Iberia convoca un consejo extraordinario el lunes para estudiar el conflicto con los pilotos

La huelga de pilotos para cuatro días de julio y otros cinco de agosto pondrá plomos en las alas de Iberia en un momento muy inoportuno, ya que el mercado de la aviación comercial está a la baja y no tiene visos de cambio de tendencia a corto plazo, según los analistas consultados. Iberia cotiza en Bolsa desde el pasado día 3 de abril y el mercado castiga duramente cualquier acontecimiento que penalice la cuenta de resultados de la compañía. Con estas ideas como resumen de la situación, los socios estables de la compañía han solicitado un consejo extraordinario para analizar de forma pormenorizada la situación de la compañía.

La huelga de pilotos 'ha precipitado' un plan de reducción de negocio para la próxima campaña, que se concreta en 35.000 horas de vuelos menos (el 7,6% sobre las 460.000 actuales), la paralización absoluta de la contratación de nuevos pilotos, el retraso en la recepción de nuevos aviones, el cierre de algunas rutas internacionales y la devolución de aviones que opera en alquiler. El programa en su conjunto supone una merma de ingresos para la compañía de unos 30.000 millones de pesetas, que tendrán su claro reflejo en la cuenta de resultados de Iberia y, por supuesto, en la cotización de sus acciones en Bolsa. El recorte en los planes de expansión de negocio de Iberia fue ayer comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) como hecho relevante.

Apoyo a la gestión El hecho de que sea el núcleo estable el que ha solicitado esta reunión no significa que no confíe en la actual dirección de la empresa, sino todo lo contrario. Fuentes de las empresas que integran el núcleo estable resaltaron ayer que 'confían plenamente en la actual dirección de la empresa y en el estilo de gestión que se lleva adelante, representada por el presidente, Xabier de Irala, y el consejero delegado, Ángel Mullor. 'El núcleo estable apoya totalmente la posición de la dirección de la empresa en la negociación con los pilotos. El consejero delegado de la compañía ha repetido varias veces en los últimos días que las exigencias salariales de los pilotos (por cuyo motivo han convocado diez días de huelga, uno de los cuales ya se produjo el pasado día 19 de junio) acarrearían la quiebra de la empresa. No obstante, pese a que las posturas del SEPLA y de Iberia son muy distantes por ahora, se tiene previsto volver a la mesa de negociación en los próximos días para intentar evitar los próximos paros. El primero de ellos está convocado para el 3 de julio.

La acción de la compañía ha mantenido un vuelo plano desde el pasado día 3 de abril, en que debutó a un precio de 1,19 euros. Ayer el título cerró a 1,16 euros, con una ganancia en el día del 2,65%, que se suma a la subida del 2,73% del día anterior. El nivel más bajo se produjo el pasado día 19, coincidiendo con el primer día de huelga del SEPLA. Por otra parte, ayer los pilotos de Binter desconvocaron la huelga prevista para cuatro dias de junio y siete de julio al llegar a un acuerdo con la dirección.