Aclaración

La Mesa de la Asamblea de Madrid, órgano de gobierno del Parlamento autónomo, integrado por diputados de los tres grupos políticos con representación parlamentaria (PP, PSOE-Progresistas e IU), desea aclarar las informaciones publicadas en El País Madrid sobre esta institución el pasado jueves 7 de junio de 2001.

Los cuatro presidentes, al frente de las respectivas mesas, que dirigieron la Cámara en sus cuatro primeras legislaturas, dotaron a la Asamblea de Madrid de medios personales y materiales que desarrollaron eficazmente sus funciones. El cambio de sede, la incorporación de las tecnologías de la información al ámbito parlamentario, en las que la Asamblea de Madrid es pionera, y, sobre todo, la asunción de nuevas competencias por parte de la Comunidad de Madrid, han incrementado notablemente el volumen de trabajo tanto parlamentario como administrativo en la Asamblea, lo que motivó que al inicio de la presente legislatura la Mesa acordase, por unanimidad, encargar una auditoría que permitiera detectar las posibles insuficiencias, con el objeto de proceder a la adopción de las medidas necesarias para adaptar a las nuevas circunstancias los métodos de trabajo.

Con el fin de garantizar la independencia y objetividad en el diagnóstico, se acordó, igualmente de manera unánime, encargar el trabajo a una empresa ajena a la Administración. La auditoría se desarrolló desde septiembre hasta diciembre de 2000, periodo durante el cual el personal de la empresa auditora pudo, con total libertad y transparencia, acceder a los métodos de trabajo de todos los órganos de la Asamblea. El informe resultante se hizo público el pasado mes de marzo, y en la actualidad la Asamblea se encuentra en la primera fase del plan de mejora propuesto por la empresa auditora, el cual se está negociando con los representantes de los empleados públicos de la Asamblea.

La Mesa de la Cámara desea destacar que el objetivo de la auditoría era precisamente señalar las insuficiencias que se detectaran en el trabajo cotidiano del Parlamento, como así se ha hecho. Pero, junto a ellas, los auditores no han dejado de señalar aspectos positivos de la organización interna, tales como un alto grado de capacitación profesional en el personal al servicio de la Asamblea, fluidez y rapidez en la toma de decisiones y solución de problemas y conflictos, profundo conocimiento de los procedimientos y garantía en la observancia del principio de legalidad, lo que, tratándose de un Parlamento democrático, nos llena de orgullo, a pesar de que ni uno solo de estos aspectos positivos ha aparecido en la información publicada por su diario, aunque aparecen recogidos de forma clara en el informe de los auditores.

La Mesa de la Asamblea espera que, con la publicación de esta carta, se aclare la información publicada el 7 de junio, de otro modo incomprensible por un lector ajeno a esta institución.