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El PP reclama áreas de poder para seguir dando apoyo al Gobierno de CiU

Mas anuncia un encuentro Aznar-Pujol

El pasado martes por la mañana, una delegación compuesta por Rodrigo Rato, Javier Arenas y el dirigente del PP catalán Alberto Fernández Díaz se reunió con otra integrada por Artur Mas -secretario general de Convergència y delfín de Pujol-, el portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, y el diputado democristiano Josep Sánchez Llibre. El objetivo era explorar la posibilidad de que el pacto entre ambas formaciones llegue hasta 2003, una cuestión que divide a Convergència pero que permitiría a Artur Mas tomar cuerpo como futuro contrincante del socialista Pasqual Maragall.

La reunión se celebró en la sede central del PP, en la calle de Génova, y se mantuvo en secreto. Hasta el punto de que miembros del Gobierno de Pujol, así como destacados integrantes de la cúpula de la coalición la desconocían. Para CiU no es nada agradable aparecer en los medios del brazo del PP, sobre todo, además, cuando su sector soberanista le reprocha a menudo que haya cortado puentes con los independentistas de Esquerra Republicana.

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Ambas delegaciones abordaron los futuros debates de política general, tanto en el Congreso de los Diputados, la próxima semana, como en el Parlamento catalán, el próximo otoño. En un momento de la reunión, Javier Arenas dijo a la dirección de CiU que su partido en Cataluña estaba harto de tener que 'salvar de la reprobación a consejeros sin obtener contrapartidas'. Los populares, se puso de relieve en el encuentro, quieren tener áreas de poder o influir de forma clara en la acción de gobierno. CiU no desea una participación del PP en el Ejecutivo de Pujol y el PP tampoco hace hincapié en ello. Pero lo que sí pretenden los populares es demostrar a la opinión pública que influyen decisivamente en el Gobierno catalán.

Financiación y convenios Fuentes del PP destacaron el gran interés demostrado por los dirigentes de CiU en alcanzar pronto un acuerdo sobre la financiación autonómica y su disgusto por el interés del PP en llegar también a un acuerdo con los socialistas en esta cuestión. Por la otra parte, uno de los intereses más inmediatos del PP es que, una vez conseguido que CiU votara a favor del trasvase del Ebro, ahora apoye también la reforma de los convenios colectivos proyectada por Rato.

Pujol se esforzó ayer en Riga, donde concluyó su viaje oficial a las repúblicas bálticas, en relativizar el alcance de la reunión del martes en Madrid, informa Josep Garriga. La enmarcó dentro de los contactos habituales que deben mantener dos partidos que colaboran. 'No sería lógico que no hubiese reuniones de vez en cuando. Necesitamos el apoyo del PP en determinadas cosas y también queremos obtener cosas del Gobierno central', argumentó. No obstante, el presidente catalán sostuvo que CiU no pide el apoyo del PP hasta 2003. 'Tan sólo negociamos las cosas del día a día, de una en una', destacó.

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La actitud huidiza de Pujol le llevó a eludir cualquier pregunta sobre una próxima entrevista con Aznar, en el mismo momento en que Mas confirmaba en Barcelona que habrá un encuentro de ambos presidentes antes de las vacaciones de verano.

La oposición catalana interpretó la reunión como una reafirmación de la coalición que forman CiU y PP en Cataluña. 'El escenario político catalán ha quedado definitivamente cerrado', proclamó el portavoz del PSC-Ciutadans pel Canvi en el Parlamento catalán, Joaquim Nadal. Los socialistas subrayaron que lo que impulsa al PP y a CiU a 'rendirse mutuamente', dijo, es su común interés en impedir una victoria de las fuerzas progresistas en Cataluña en las próximas elecciones autonómicas. 'Esta es la única base de su acuerdo', sentenció. Este 'pacto vergonzante', agregó, pone bajo sospecha toda la credibilidad de CiU como fuerza nacionalista y el 'radicalismo' de Artur Mas.

Adelanto electoral En particular, Nadal destacó que nacionalistas y conservadores 'han decidido incluso las discrepancias que se permiten'. Señaló como muy revelador que CiU haya pedido al PP que le tolere 'algunos gestos amicales' para con ERC. 'Nos consta que ERC ha tomado nota y que Iniciativa-Verds desea una inmediata convocatoria de elecciones en Cataluña', explicó. En contra de lo que fueron las primeras reacciones del PSC cuando el líder de Iniciativa, Joan Saura, el pidió el adelanto electoral, Nadal admitió ayer abiertamiente que ésta sería 'la solución más evidente' para una situación tan estéril. Pero se mostró convencido de que Pujol no atenderá tal petición.

El portavoz de ERC, Joan Ridao, rechazó rotundamente que ERC acepte convertirse en aliado de CiU para el último tramo de legislatura si Pujol y Aznar deciden entonces escenificar una ruptura. Ridao aseguró que a los republicanos no les ha sorprendido en absoluto que CiU y PP refuercen una alianza de la que destacó que dura ya seis años. 'Es una sociedad de auxilios mutuos', dijo refiriéndose al apoyo prestado estos días por CiU al Plan Hidrológico y al ministro Josep Piqué, y al prestado por el PP a los consejeros de CIU que se hallan en dificultades.

Ridao advirtió a CiU de que 'no pida oxígeno a ERC', porque los republicanos no se convertirán en su refugio después de que Pujol haya rechazado ya dos veces su colaboracíón.

El ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el secretario general de Convergència, Artur Mas, durante una reunión.
El ministro de Economía, Rodrigo Rato, y el secretario general de Convergència, Artur Mas, durante una reunión.EFE

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