Protestas en el vecindario por los continuos asaltos

El asalto al chalé del abogado Arturo Castillo López, que fue asesinado por el presunto ladrón, ha hecho estallar la psicosis que los vecinos de Pozuelo y otras urbanizaciones de la zona habían mantenido contenidas hasta ahora. Ayer, tras conocer la carnicería ocurrida en el chalé de la calle de la Arquitectura, más de uno recordó episodios similares ocurridos a otros vecinos o familiares. Si bien ninguno de los asaltos tuvo un desenlace tan brutal y cruento.

Los residentes de la colonia donde ayer fue asesinado el letrado Castillo, en una zona próxima a la vivienda del juez Baltasar Garzón, protestaron por la falta de seguridad en el barrio y los frecuentes robos en chalés que se están registrando en las últimas semanas. No sólo en Pozuelo, sino también en otros municipios como Majadahonda y Las Rozas. En este último municipio, un grupo organizado y armado con pistolas asaltó en plena madrugada del pasado sábado un chalé de la urbanización La Chopera. Tras maniatar a varias personas, entre ellas una niña de 15 años y una mujer de 78, conminaron a esta última: 'O abres la caja fuerte, o matamos a la niña'. Los asaltantes, enmascarados, propinaron patadas y golpes a la familia y se apoderaron de joyas guardadas en una caja fuerte. Las víctimas lograron desasir sus ataduras horas después.

Otro vecino de la misma calle de Arquitectura sufrió hace dos o tres semanas otro asalto. Y hace unos días, un matrimonio residente en un chalé de la calle de Arascues, en Madrid, muy próximo a donde ayer se produjo el sangriento atraco, fue desvalijado mientras dormía.

Los afectados se quejaron de que la forma de actuar es siempre la misma (de madrugada y con los moradores de la vivienda dentro de esta) y de 'la pasividad de la policía'. El delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Javier Ansuátegui, recomendó ayer a las urbanizaciones alejadas de los cascos urbanos que contraten empresas de seguridad privada.

Hace unos dos meses otra familia cercana al lugar del crimen fue amordazada y amenazada por varios delicuentes.