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Volvo inaugura un centro de diseño en Barcelona que se especializa en coches pequeños

La firma automovilística sueca Volvo inauguró oficialmente ayer su centro de diseño en Barcelona, cuya función será concebir automóviles de pequeñas dimensiones. Este departamento de Volvo se ubica en un edificio modernista -la casa Berenguer- en la calle de la Diputació de Barcelona. En el centro trabajan nueve personas, de las que seis son españolas.

'Hemos venido a Barcelona porque queremos incorporar diseño mediterráneo a las singularidades del diseño escandinavo característico de Volvo. No queríamos ver los peces desde un acuario, sino asomarnos a una auténtica barrera coralina; por eso estamos en medio de una ciudad con diseño de prestigio y pegados a nuestros posibles clientes', afirmó David Ancona, director del centro de diseño, que pertenece a Volvo Car Company y no a Volvo España.

La compañía sueca dispone de otra instalación similar cerca de Los Ángeles (Estados Unidos), y ahora en Barcelona. Ambas actúan interconectadas con el departamento de diseño en Gotemburgo (Suecia), cerca de la central de Volvo. 'Hoy en día la distancia no es un problema para trabajar conjuntamente, gracias a la informática', dijeron los directivos de la empresa sueca.

Ahora son ya tres los grandes grupos europeos que disponen de instalaciones de diseño en Barcelona. El primero fue Audi-Volkswagen, en Sitges, y más tarde Renault, también en el centro de la ciudad.

Peter Horbury, máximo responsable de diseño de la firma sueca, explicó que Barcelona es una 'fuente de inspiración' para los diseñadores de coches y un 'magnífico entorno' para la empresa, que quiere impregnar sus diseños de influencia mediterránea, especialmente en los futuros desarrollos de vehículos de menores dimensiones.

Los modelos pequeños de Volvo se limitan al S-40, y los diseñadores de la marca sueca quieren trabajar en un país con tradición de coches pequeños para orientar sus nuevos productos en ese segmento.

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'Barcelona es uno de los lugares más creativos de Europa', dijo Horbury al tiempo que indicó que Volvo mantendrá sus principales señas de identidad de marca: 'Su encarnación del diseño sueco, así como su apuesta histórica por la seguridad y la preocupación por el medio ambiente', explicó Horbury.

Volvo facturó el año pasado 2,6 billones de pesetas y Volvo Car España espera vender este año 14.000 unidades, concentradas en los modelos S-60 y S-80.

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