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IBM prepara un ordenador mil veces más potente que 'Deep Blue'

Gary Kaspárov puede respirar tranquilo: Blue Gene, el último supercomputador en que trabaja IBM, no echará partidas de ajedrez. Con un cerebro electrónico capaz de realizar mil billones de operaciones por segundo, esta máquina multiplicará por mil la capacidad de Deep Blue, que derrotó al campeón mundial en 1997. Dentro de tres años, este monstruo del cálculo podrá echar una mano a los científicos para abordar problemas fundamentales de la biología, como la forma en que se pliegan las proteínas.

Simular en un ordenador la estructura tridimensional de una proteína tiene su miga. El proceso dura entre milisegundos y varios segundos. Conocer esa estructura es importante para comprender la función biológica que tendrá. Hasta ahora, la modelización informática más extensa de una proteína sencilla creada en un ordenador sólo dura 30 nanosegundos (la milmillonésima parte de un segundo). 'Estamos muy lejos de realizar simulaciones extensivas del proceso de plegamiento de una proteína. Blue Gene permitirá hacerlo en menor tiempo', explica Marc Snir, especialista en computación y uno de los responsables del Proyecto Blue Gene. Por ejemplo, tener los cálculos de tres meses en sólo seis minutos. El proyecto cuesta 100 millones de dólares (20.000 millones de pesetas), que IBM financiará por completo. La multinacional lleva año y medio trabajando.

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Cuello de botella

De nada sirve un procesador muy veloz si los datos se quedan atascados en la memoria. IBM ha solucionado el cuello de botella integrando en cada chip el procesador, la memoria y la lógica de comunicaciones. Para evitar averías, se integrarán unos sistemas de prevención y autocuración que detectarán y aislarán los fallos para no interrumpir los cálculos. 'Será como el cerebro: perdemos neuronas continuamente, pero no vamos chocando por las esquinas'.

El modelo más potente de Blue Gene ocupará una habitación entera en el centro de investigación Thomas J. Watson de IBM. También se fabricarán equipos más pequeños. Uno de ellos acabará en la Universidad Politécnica de Cataluña. Snir confía en que Blue Gene no dispare el gasto energético. La tecnología desarrollada para Blue Gene puede tener aplicaciones distintas a la biología computacional. 'Acelerar los gráficos por ordenador, crear grandes servidores para Internet e incluso ayudar en la dinámica de flujos o la predicción del clima a largo plazo'. En el futuro esperan que estas máquinas permitan diseñar fármacos que se ajusten a cada persona.

El centro de investigación CEPBA-IBM, dirigido por el catedrático de la Politécnica de Cataluña Mateo Valero, está trabajando en el desarrollo de un conjunto de herramientas informáticas que faciliten la programación de este superordenador. Snir, que asesora al centro, ha aprovechado su visita a Barcelona para buscar sus orígenes: su padre, catalán, huyó a Francia, donde nació Snir, durante la guerra civil española.

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