La ejecución del plan estratégico de Deusto no supondrá coste adicional para el alumno

El esfuerzo que deberán aportar los alumnos de la Universidad de Deusto para plasmar la exhaustiva declaración de principios e intenciones que conforma su plan estratégico, llamado El valor es la persona, será intelectual y no económico. Ésta es, al menos, la consideración de Jesús María Eguíluz, uno de los ideólogos del ambicioso programa académico. 'Mi opinión es que el estudiante no va a asumir los costes de la puesta en marcha del plan', apunta.

En este sentido, el presidente del Consejo de Gobierno de la centenaria institución educativa subraya que las tasas de matrícula de Deusto se encuentran entre las más bajas de la universidad española no pública. 'Si se realizara una comparación entre los precios de las universidades privadas del país, los nuestros estarían entre un 40 y un 60% menos respecto a la mayoría de los centros españoles. En cualquier caso, no esperamos que el plan tenga una repercusión fuerte en el coste y sí lo tenga en la calidad de la enseñanza', detalla.

Éste es el fin último de un diseño de futuro al que la Universidad de Deusto destinará hasta 2003 un total de 5.000 millones de pesetas, según estimaciones del rector, José Luis Abrego. 'Nuestro sueño es que todo el presupuesto de la universidad esté regido por el plan estratégico. De hecho, creo que esto será posible bastante antes del plazo de diez años que nos hemos marcado', indica el presidente del Consejo de Gobierno.

El fuerte desembolso previsto, más relevante aún si se tiene en cuenta el descenso de la matriculación en el que se hallan inmersas las universidades vascas por la caída de la natalidad, será aprovechado para reorganizar sus rígidas estructuras y lograr así un mejor rendimiento de los recursos disponibles. 'Éste es un mal endémico de todas las instituciones. Somos poco flexibles y en eso, en la flexibilidad, tenemos que aprender de las empresas', afirma.

Mejor organización

Pero este objetivo, aunque importante, no es el punto central de este plan estratégico, tal y como insiste el propio Eguíluz. 'No es una pura optimización de recursos, sino un cambio en la docencia y en la orientación investigadora, aunque bien es cierto que para ello hay que organizar mejor los elementos de que disponemos', recalca.

Por eso, los responsables de la Universidad de Deusto inciden en el hecho de que las transformaciones que ya han comenzado a producirse en el presente curso no suponen un olvido de lo que se ha realizado hasta ahora. 'No pretendemos hacer tabula rasa. El cambio se va a producir, pero apoyado con lo que hay. Lo que queremos hacer es estructurarlo de otra manera', según aclara Eguíluz.

La materialización de esas modificaciones se llevará a efecto por medio de los 23 proyectos definidos en el plan. Todos ellos van encaminados hacia una apuesta decidida por la innovación docente a través de las nuevas tecnologías y una mayor autonomía y responsabilidad del alumno, un mejor aprovechamiento de la labor investigadora y una mejor traslación a la sociedad; y, por último, una organización más fluida, alejada de los inconvenientes de un sistema lento y con poca capacidad de respuesta.