Los partidos rechazan la pretensión de CiU de disolver la actual Sindicatura de Cuentas y buscan una salida a la crisis

Todos los partidos han rechazado la propuesta de Convergència i Unió (CiU) de resolver la crisis de la Sindicatura de Cuentas utilizando el expeditivo método de destituir a todos sus miembros. La coalición nacionalista, que se comprometió solemnemente a poner fin a la crisis de esta institución antes de que acabe este mes, presentó ayer informalmente a los grupos parlamentarios otra propuesta por escrito, que anoche se seguía discutiendo, consistente en reformar la ley para que sea el Parlament el que designe al síndico mayor si la propia Sindicatura no lo consigue.

El pleno de la Sindicatura de Cuentas, el órgano que fiscaliza las cuentas públicas de la Generalitat, vuelve a reunirse hoy y los grupos parlamentarios trabajaban ayer para añadir elementos de presión sobre los síndicos, que se muestran incapaces de elegir al síndico mayor desde hace cuatro meses. Los síndicos son independientes, pero en la práctica reproducen la misma composición del Parlament y el bloque formado por CiU y el Partido Popular (PP) dispone, en teoría, de la mayoría, pero no logra cerrar un acuerdo: la Sindicatura de Cuentas ha destinado infructuosamente nueve sesiones y más de 30 votaciones a tratar de elegir al síndico mayor.

CiU tanteó la semana pasada a varios grupos de la oposición para llegar a una solución drástica: destituir a todos los síndicos si en dos meses no son capaces de elegir al síndico mayor e inhabilitarlos para volver a ocupar el cargo. La propuesta no convenció a nadie, ni siquiera al PP, que la consideró un ataque a la independencia de la institución, que en los últimos años ha redactado algunos informes muy críticos con la gestión del Gobierno de Jordi Pujol.

Ante esta negativa rotunda, CiU ha redactado una nueva propuesta cuyas bases tienen más posibilidades de prosperar. El texto se asemeja a una fórmula que Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) ya llevó al pleno el mes pasado y que fue rechazada con los votos de CiU y el PP: si los síndicos no se ponen de acuerdo en un número establecido de votaciones o en dos meses, será el Parlament el que acabará eligiendo al máximo responsable de la Sindicatura, que hasta ahora siempre ha sido un síndico patrocinado por CiU. En la nueva propuesta de CiU, esta potestad se reserva a la comisión parlamentaria sobre la Sindicatura de Cuentas, lo que ha sido bien acogido por el PP.

El debate se centraba ayer en la mayoría necesaria para que el Parlament designe, si llega el caso, al síndico mayor. Los socialistas preferirían otra fórmula que no comprometiera al Parlament, pero exigen que si al final se opta por la propuesta que impulsa CiU, la comisión necesite una mayoría amplia para nombrar al síndico mayor. La única posibilidad de que la propuesta se discuta en el próximo pleno, a finales de mes, es que cuente con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, porque de lo contrario no reuniría los requisitos técnicos necesarios para ser tramitada por la vía de urgencia.