_
_
_
_
Reportaje:RAÍCES

Ulises pasó por Almería

El Museo de Arqueología exhibe los restos del pasado griego en la provincia

Los griegos hicieron acto de presencia en la península Ibérica antes de la era cristiana. Sus asentamientos no tuvieron la intensidad de los de romanos o árabes, pero su rastro quedó claro en diversos lugares. La presencia griega en la provincia de Almería ha dejado sus huellas en materiales encontrados en Adra y Villaricos (Cuevas del Almanzora). El rastro de esta civilización queda evidenciado en Abdera (Adra) y Baria (Villaricos) a través de la cerámica. Pero estas reminiscencias excluyen en todo momento un asentamiento formal. Se sabe que los griegos mantenían relaciones comerciales con Tartessos y que establecieron mercados esporádicos que más tarde regularizaron. Su paso, no obstante, no fue casual e incluso hay leyendas que apuntan la existencia de un templo de Ulises en el Cerrón de Dalías.

El mítico héroe griego, esposo de Penélope y padre de Telémaco, pudo haberse valido del templo que existió en el cerro que domina en su extremo el Campo de Dalías para guiarse en su periplo marítimo. De hecho, algunos decenios antes de nuestra era, el geógrafo helenístico Estrabón hablaba de una población en las montañas, llamada Odisea, que es fácil poner en relación con este asentamiento, a juicio del arqueólogo Lorenzo Cara. 'Sin embargo, algunos autores la han localizado, sin razón aparente, en Málaga', apunta el historiador.

Del conjunto de ruinas esparcidas por el cerro destaca un núcleo de tres edificaciones próximas. En el templo de El Cerrón, excavado perimetralmente hacia 1978, se encontró un friso decorado con pautas helenísticas que hoy conserva el Museo Arqueológico Provincial. El trozo de piedra, de 72 por 49 centímetros y unos 37 de grosor, es de estilo corintio (propio del siglo III a. C.) y prueba el fuerte prestigio de la cultura griega en un medio aparentemente influido por fenicios y cartagineses.

Precisamente, la muestra con carácter indefinido -mientras concluyen las obras del nuevo edificio del Museo Arqueológico Provincial- que acoge la Biblioteca Villaespesa reserva al visitante una exquisita selección de piezas griegas producto de ese intercambio comercial, amén de las vitrinas que repasan la etapa prehistórica (El Argar y Los Millares) y el período hispanomusulmán.

En lo que a la influencia griega se refiere, las primeras excavaciones realizadas por el investigador belga Luis Siret en Villaricos pusieron de manifiesto la existencia de dos áreas: una acrópolis situada en la parte norte y este con material griego, y otra población en la parte sur, a orillas de la desembocadura del río, con materiales de época romana y posterior.

Piezas como las expuestas: vasos cinerarios de alabastro, lucernas, una diminuta ánfora o una cabeza de pebetero femenina certifican la aparición de las cerámicas griegas en la costa mediterránea. Su distribución hacia zonas del interior son reflejo del impacto griego sobre la población indígena, que, en la etapa prerromana en la provincia almeriense, estaba compuesta por mastienos y bastemanos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La penetración de mercaderes y traficantes tuvo lugar siguiendo las rutas tradicionales, frecuentadas por prospectores de metales. En esas oleadas comerciales se ponen en relación los fragmentos protocorintios de la primera mitad del siglo VII o las piezas que pueden contemplarse en la exposición.

La fuerza de penetración de la influencia del medio oriental se manifiesta en los motivos y formas de la cerámica indígena y en alguna otra pieza escultórica. La vitrina de reliquias helenísticas presenta también, del siglo V, dos lekythoy de Villaricos. Este municipio queda reflejado así como claro exponente de la complejidad de estos monumentos, así como del tipo de vida de las poblaciones mixtas de la costa.

Con la llegada de los romanos el ámbito indígena no sufrió una transformación radical. La adecuación de sus propias estructuras y el talante de la población de la costa, acostumbrada al comercio y al trato con gentes diferentes, fueron ingredientes suficientes para motivar una absorción sin traumas.

Distintas piezas griegas, en el Museo de Arqueología de Almería.
Distintas piezas griegas, en el Museo de Arqueología de Almería.JOSÉ MANUEL VIDAL

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_