La Ley de Seguridad Vial se atasca en el debate sobre faltas muy graves por exceso de velocidad

La ponencia que debe emitir un informe sobre el proyecto de ley de reforma del texto articulado de la Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial se reúne hoy por tercera vez. Y no está claro que el texto salga adelante, lo que supondría un nuevo retraso para la primera ley que Mariano Rajoy defendió en el Congreso como ministro del Interior y que fue devuelta al Gobierno por culpa de un error masivo de diputados del PP.

El causante de ese error fue el socialista Victorino Mayoral, que ahora no quiere ceder en su propuesta de fijar los límites de la velocidad excesiva. 'Le propusimos al PP, y éste lo aceptó, que se considerase falta muy grave el superar en un 50% el límite de velocidad permitida, de forma que en una zona escolar, por ejemplo, donde el límite es 30 a la hora, ir a 45 fuera muy grave. Pero vino CiU y dijo lo de los 40 kilómetros', argumenta.

Los nacionalistas catalanes admiten que el asunto de la velocidad ha calado en la comisión. 'El problema de la propuesta de los socialistas se va a plantear en las ciudades', dice Jordi Jané (CiU), 'ya que en la avenida Diagonal de Barcelona, por ejemplo, donde el límite es 50 kilómetros hora, ir a 75 ya sería muy grave'. CiU ha planteado una alternativa: 'Vale lo del 50%, pero siempre que suponga un mínimo de 40 kilómetros/hora por encima del máximo', añade.

Los socialistas replican que esa propuesta puede llevar a dos absurdos: 'El primero consiste en que en las ciudades no se superan los 30 kilómetros a la hora de velocidad media, y el segundo se produciría en las zonas limitadas, por ejemplo, a 20 a la hora: la propuesta de CiU permite circular hasta a 60 kilómetros en esas zonas, el triple del tope', argumenta Mayoral. Jané replica que su propia opción busca una 'mayor coherencia' en el catálogo de faltas muy graves. En autovías y autopistas, donde el límite de velocidad es de 120 a la hora, la distancia entre ambas opciones es escasa (160 una y 180 la otra) y en carreteras nacionales casi inexistente.

En este asunto de la velocidad desproporcionada, causa del 26% de las 4.295 víctimas mortales y de los 140.000 heridos en carretera del año pasado, los socialistas pretendían que la superación en un 50% de los límites fuera considerada 'conducción temeraria' si concurrían otras circunstancias agravantes (mal tiempo, poca visibilidad...). Pero los demás partidos no han querido saber nada de ese asunto y se han limitado a considerar como temerario el llevar en el coche a un 50% más de ocupantes de los que permite la capacidad del automóvil. Los socialistas también plantean que se considere conducción negligente el llevar un coche con un deficiente mantenimiento de los elementos de seguridad (frenos, dirección...).

La cuestión de las faltas muy graves, de qué lo es y qué no, no es baladí. La acumulación de dos faltas muy graves, de tres graves o de dos graves y una muy grave supone una 'pérdida de vigencia' (un término con apenas soporte jurídico) del permiso de conducir durante al menos tres meses. Y cada una de esas faltas lleva acarreadas multas que pueden ir desde las 15.000 a las 100.000 pesetas.

El sistema de faltas sería una especie de ensayo general del carné por puntos por el que luchan conjuntamente socialistas y convergentes. Jané estima que el lugar adecuado para hablar del sistema bonus-malus para el carné será la subcomisión de Tráfico que asegura se va a crear en septiembre en el Congreso. 'Ya está funcionando en otros países', explica.

Mayoral pretende que una vez transcurrido un año de la entrada en vigor de la nueva ley, el Gobierno proponga la modificación del texto para introducir el carné por puntos.