Más carreras 'de moda' y el campus técnico de Alcoy

Para consolidar la Universidad Miguel Hernández hace falta, más que un milagro, una visión clara de cómo mantener dos universidades -la de Alicante y Elche- a tan sólo 20 kilómetros de distancia. Académicamente, la universidad ilicitana se ha demostrado inviable en una decena de titulaciones, que no llenó el cupo de plazas nuevas ofertadas entre junio y septiembre pasado. Económicamente, la construcción de una universidad 'por la vía de urgencia' ha encarecido el coste de forma que el Consell y la nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria para alcanzar el déficit cero no puede permitirse. Y administrativamente, las colocaciones a dedo -como por ejemplo, 'la esposa del vicepresidente Ripoll, Margarita de la Vega, que según fuentes adminsitrativas sólo es diplomada en Derecho, pero ocupa un puesto de asesora en el rectorado para el que se requiere de titulación superior- así como la interinidad en el aparato de administración, han generado una fuerte inestabilidad interna.

En este contexto, reconocido por distintas fuentes de la Administración valenciana, la Dirección General de Universidades estudia varias fórmulas para consolidar la universidad creada por el Consell en 1996. Una de ellas es la segregación del campus de Alcoy, que depende de la Politécnica de Valencia, y su adscripción a Elche. De esta forma, el campus de Alcoy, que tiene ocho ingenierías técnicas consolidadas, permitiría a la joven Miguel Hernández dar un giro e inclinarse hacia una oferta tecnológica, más rentable que la actual con titulaciones como Derecho, Ciencias Políticas, Estadística, que tienen graves dificultades para crear grupos de alumnos. La dirección de Alcoy y buena parte del equipo rectoral de la Politécnica, sin embargo, creen que 'en Alcoy se ha diversificado bien la oferta de títulos, teniendo en cuenta las posibilidades de absorción laboral de la comarca, lo cual supondría una pérdida innecesaria'. La segunda medida por parte de la dirección general sería el estudio e implantación de titulaciones 'de moda' como Periodismo, Odontología y Enfermería (en la actualidad en Alicante) que tienen una demanda al alza.

La tercera fórmula pasa por una revisión del Plan Plurianual de Financiación (PPF) que vence en 2003, que diera una autonomía financiera a Elche, para desprenderse del cordón umbilical que mantiene con el Consell, y le permitiera a la vez competir para consolidarse como un campus pequeño, tecnológico y de calidad, a la manera de la Jaume I de Castellón.