'Carta abierta' al rector de Elche
El grupo de oposición al actual rectorado impulsa el adelanto electoral en los cuatro campus
Para llegar a la Facultad de Medicina, desde la parada de autobús hasta la puerta del hospital universitario, hay que saltar dos alambradas elevadas en medio de una zanja llena de cables y piedras. Las obras de construcción del futuro instituto de Neurociencias, una de las joyas de la corona segregadas a la Universidad de Alicante, ha pasado en cuatro años de ser la bandera de la operación que dio el nacimiento a la Universidad de Elche para convertirse en la imagen de la discordia y en el emblema de 'una cierta manera de hacer gestión universitaria a base de inercias y golpes de timón, contradictorios en sí mismos'. Así lo ven los catedráticos de Medicina que integran la Asociación Libre de Miembros de la Universidad Miguel Hernández. Por ello, la Asociación ha iniciado una campaña para articular un movimiento de oposición que 'devuelva la democracia' a una facultad como la de Medicina, que celebra ya sus dos décadas de mayoría de edad. El pasado 4 de mayo, la Asociación elaboró una especie de carta abierta al rector Jesús Rodríguez Marín, con fecha de registro de entrada del 18, en la que 'solicita al rectorado que requiera al decano de la Facultad de Medicina para que convoque, en un plazo no superior a 15 días, las elecciones para constituir la Junta de Facultad', apelando al reglamento interno del propio centro. Medicina concluyó la elaboración de su reglamento de Régimen Interno el 20 de marzo de 1998, remitiendo el proyecto al Servicio Jurídico de la Universidad, que emitió el correspondiente informe. También remitió el 11 de mayo el reglamento, que fue realizado por una comisión redactora con el entonces decano provisional Joaquín Rueda. Este catedrático, que dimitió al año siguiente ante la falta de respuesta por parte de la Comisión Gestora -nombrada por el Consell para hacer las veces de equipo rectoral durante los primeros cinco años de transitoriedad a partir de la constitución de la Universidad-, pertenece hoy a la Asociación constituida con la finalidad de adelantar las elecciones. Desde aquel 11 de mayo hasta el 9 de septiembre de ese mismo 1998, sostiene el grupo en su escrito remitido al rector comisario, 'no se ha notificado ninguna decisión por parte del rector o la comisión gestora'. Ante el silencio de la comisión gestora, el grupo de catedráticos ha remitido escritos dirigidos al consejero de Educación, Manuel Tarancón; al director general de Universidades, Salvador Forner; y al propio presidente de la Generalitat valenciana, Eduardo Zaplana. Pero la respuesta de la Administración Valenciana en esta crisis ha sido errática, e incluso contradictoria, dependiendo de la procedencia de las actuaciones y del grado de politización de los órganos de gestión de la universidad. Así, mientras un recién nombrado Salvador Forner iniciaba en agosto del año pasado una intensa actividad negociadora con el grupo de catedráticos díscolos, en coordinación con el vicepresidente segundo José Joaquín Ripoll, comprometiéndose a tener listo el marco jurídico electoral para ahora, en el actual mes de junio; el equipo gestor dirigido por el hermano del diputado del PP Juan Rodríguez Marín y responsable del Comité de Disciplina del partido de Zaplana, ha trabajado en un sentido cuanto menos autónomo al de la Dirección General de Universidades y la vicepresidencia, tratando de fortalecer la gestión del actual equipo de gobierno de la universidad. Un año después de la llegada de Forner a la Dirección General de Universidades, ésta parece inclinarse por 'compactar todas las elecciones en un solo proceso', y que, según confirmó la semana pasada, tendrían lugar a finales del primer trimestre del 2002. 'El reglamento electoral puede estar listo en agosto antes de las vacaciones de verano', confirman fuentes de la Administración. Entretanto, los catedráticos que impulsan la Asociación Libre se han dirigido ya al director de la Escuela Politécnica Superior de Orihuela, Antonio Ferrández; al de Bellas Artes en Altea, Ramón de Soto; y al de la Escuela Politécnica Superior de Elche, Felipe Mateos, para que teniendo en cuenta la normativa vigente elaborada por la Consejería de Educación en julio de 1997, convoquen a sus respectivos procesos para elaborar los reglamentos de centro y convocar elecciones en cada facultad. Sin embargo, fuentes próximas al rector comisario Rodríguez Marín confirman que el equipo actual trata de buscar una coyuntura más favorable en sintonía con soluciones académicas y administrativas por parte del Consell que le permitan llegar a las elecciones en marzo próximo con un cartel fuerte que le legitime en las urnas.
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