Maragall pide al PSC que no fíe su victoria electoral a la crisis de liderazgo de CiU

Nunca hay que despreciar al adversario, y menos cuando actúa a la desesperada. El 'patético espectáculo' que a juicio de Maragall ofrece 'el pacto entre el nacionalismo catalán y el nacionalismo conservador español' no augura otra cosa que una dura batalla electoral.

Maragall habló ayer ante el consejo nacional de su partido, y dedicó la ocasión a advertir sobre los riesgos que entraña un exceso de confianza en una próxima victoria en las urnas. En su opinión, esta confianza crece en el PSC y fuera de él porque los ciudadanos advierten que CiU 'ha dado de sí todo lo bueno y lo malo que podía dar'. Y ven, dijo, que existe 'un proyecto nuevo e ilusionador, menos dirigista y más dialogante'.

Pero el presidente del PSC reconoció, sin embargo, que tienen razón quienes piden a los socialistas que sean 'más concretos' y se ocupen más de 'los problemas cotidianos', y cuando piden que 'pisen' más el territorio y hablen con la gente.

Aceptada la crítica, Maragall advirtió acto seguido que fortalecer la alternativa significa también 'combinar un liderazgo sólido y un proyecto colectivo'. A este proyecto colectivo por el cambio de gobierno en Cataluña habrá que sumar todas las fuerzas progresistas del país. En particular, el líder socialista reclamó la 'total implicación' del propio PSC, desde todas sus estructuras y en todos los niveles de actuación, en la tarea de crear 'la red por el cambio'. En la tarea de 'crear confianza' entre la sociedad y de emitir las 'señales tranquilizadoras' a los sectores que, por su dependencia de la Generalitat, ven todavía con recelo la posibilidad del cambio.

En la extensión de la confianza y las complicidades políticas en favor del cambio Maragall incluyó también la necesidad de 'hablar' con los demás partidos de izquierda acerca de la moción de censura que pretende presentar en otoño contra el Gobierno de Pujol. Pero 'en su momento', dijo sin especificar más.

El consejo nacional del PSC designó ayer a los 46 delegados que enviará a la conferencia política del PSOE del 20 de julio, y tanto Maragall como el primer secretario del PSC, José Montilla, aseguraron que el socialismo catalán colaborará todo lo que pueda en la modernización del socialismo, tanto a escala española como europea.

Entre los socialistas catalanes y el PSOE 'hay buena química' y seguirá habiéndola, aunque en los últimas semanas hayan surgido algunos 'problemas de interpretación'. Pasqual Maragall escogió esta fórmula para referirse ante el consejo nacional del PSC a las diferencias registradas en las últimas semanas entre su partido y el PSOE, las primeras que afloran desde el congreso federal.

Los recientes problemas de 'interpretación' a los cuales Maragall se refirió sin citarlos han sido dos: sobre la participación de las comunidades autónomas en la Unión Europea y sobre la participación del PSC en el pago de la multa de 259 millones de pesetas impuesta al PSOE en la sentencia del caso Filesa.

Las diferencias sobre el enfásis que se da a la participación de las comunidades autónomas en los consejos de ministros de la Unión Europea no afectan a la esencia de un proyecto que 'sigue siendo federal de pies a cabeza', aseguró Maragall. Nada dijo sobre la petición del secretario de Organización del PSOE, José Blanco, para que el PSC contribuya a pagar la multa de Filesa. Pero otros dirigentes del PSC aseguran que esta petición se debe únicamente a que Blanco ignoraba, por ser nuevo en el comité ejecutivo del PSOE, que este asunto fue ya objeto de un acuerdo entre las anteriores direcciones del PSC y del PSOE. Y se zanjó con la entrega por parte del PSC de 35 millones de pesetas como contribución al aval que ahora se ejecutará.

Otro de los asuntos que fue objeto de alusiones críticas en el consejo nacional del PSC fue la propuesta de introducir un tipo único en la reforma del impuesto sobre la renta (IRPF). El primer secretario del PSC, José Montilla, se refirió a esta cuestión en su intervención ante el consejo, en la que analizó la situación política en España y Cataluña.

Montilla puso esta propuesta de reforma fiscal como un ejemplo de recuperación de la iniciativa política por el PSOE frente al Gobierno del PP. Pero matizó, no obstante, que quizá la propuesta inicial de aplicar un tipo único 'ha de afinar mejor cuál sería este tipo o si ha de perfilarse en dos tramos', como también ha de perfilarse mejor cuál es la cantidad exenta y cuál ha de ser el paquete final de la reforma fiscal, incluyendo el impuesto de sociedades.

Reticencias con el IRPF Las intervenciones en el consejo pusieron de manifiesto que entre muchos socialistas ha sido mal acogida la idea del tipo único, que en general es considerada como un atentado contra la progresividad del impuesto.

El consejo nacional aprobó una resolución titulada Cataluña no tiene hoy el Gobierno que necesita en la que se resume la alternativa del PSC y las tareas inmediatas para hacerla llegar a los ciudadanos. También aprobó sendas resoluciones sobre la globalización de la economía, la situación en Argelia y contra la reforma laboral impuesta por el Gobierno del PP.