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¿Son importables los modelos de Baleares y Aragón?

El PSC, ERC e IC-V sugieren que Cataluña siga los ejemplos de gobiernos pluripartidistas

Esquerra Republicana (ERC) ha sido la última en subirse al carro. Y lo ha hecho por medio de su líder, Josep Lluís Carod, esta misma semana. Los independentistas han sugerido que es bueno que 'por higiene' CiU pase a la oposión en un futuro regido por un gobierno de izquierdas en Cataluña. Los ecosocialistas de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) o el Partit dels Socialistes (PSC) ya habían apuntado anteriormente en la misma dirección que Carod, quien sugirió que no estaría mal para Cataluña un modelo de Ejecutivo de progreso como los de Aragón o Baleares. En estas comunidades autónomas, un PP mayoritario ha visto como las demás fuerzas huían de él como del apestado y preferían, por encima de enormes diferencias, constituir un proyecto desde la pluralidad, no exenta en ocasiones de enfrentamientos y discrepancias.

Así, el próximo mes agosto se cumplirán dos años de la coalición entre el PSOE y el Partido Aragonés (Par), que para asombro de muchos volvió a llevar a la presidencia de la comunidad autónoma a un presidente socialista: Marcelino Iglesias. Las elecciones de 1999 dieron la mayoría de votos al PP en la Cámara autónoma -28 de los 67 diputados-, pero el incumplimiento de los acuerdos con sus socios del Par fue el detonante para la creación de un Gobierno que hoy sus dos forjadores -el propio Iglesias y José Angel Biel, número dos del Ejecutivo y presidente del Par- aseguran que 'goza de una excelente salud'. El PSOE, con 23 escaños, y el Par, con 10, llegaron al Gobierno con el apoyo del único diputado de IU y la abstención de los cinco parlamentarios de Chunta Aragonesista. 'El secreto está en saber respetar lo acordado, reconocer que mantenemos diferencias, pero en lo que no está firmado', asegura Iglesias. Biel insiste: 'Precisamente porque salimos hartos de los incumplimientos del PP valoramos que ahora exista un enorme respeto hacia lo acordado. El PP firmaba los acuerdos con la misma velocidad con que los incumplía; eso no pasa con el PSOE'. El Plan Hidrológico es una clave de la bonanza, a pesar de las discrepancias, por ejemplo, en asuntos como la ley de lenguas o educación.

La experiencia aragonesa es distinta de la seguida en Baleares, que ha supuesto casi un cambio de régimen, después de 16 años de mayoría hegemónica del PP. Todos los adversarios de la derecha tradicional -que sigue siendo ampliamente la lista más votada- se unieron para apartarla del poder en 1999, en una alianza multipartido a cinco bandas, de izquierdas y nacionalista, (PSOE, PSM, IU, Els Verds y Unió Mallorquina [UM]), bajo la denominación Pacto de Progreso. En 1995, en Ibiza y Formentera ya se lanzó con éxito electoral en el Senado la primera fórmula de compromiso unitario, un todos contra el PP, que sumó -como ahora- la presencia minoritaria de ERC.

El presidente del Gobierno balear, el socialista Francesc Antich, es un federalista que sintoniza con Pasqual Maragall y Marcelino Iglesias. Antich ha mantenido el equilibrio interno, sin quiebras, de un equipo que ha debatido en público las divergencias sobre los proyectos generales. La ley de la ecotasa es la bandera simbólica de los nuevos tiempos, una decisión que ha enfurecido a los empresarios. No ha habido fugas de votos en el Parlamento, en el que se han aprobado 30 leyes.

Información elaborada por Concha Montserrat y Andreu Manresa.

Francesc Antich, Pasqual Maragall y Marcelino Iglesias, en la plaza del Rei de Barcelona.
Francesc Antich, Pasqual Maragall y Marcelino Iglesias, en la plaza del Rei de Barcelona.JOAN GUERRERO

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