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El SAS paga una operación privada a un desahuciado en el Carlos Haya

En noviembre de 1999 Andrés C. A., de 63 años, fue desahuciado por el hospital Carlos Haya. Con un extenso historial de patologías cardíacas, no tenía ninguna 'posibilidad revascularizadora'. Un mes más tarde era operado con éxito de un triple by pass en una clínica privada de Madrid gracias a que pagó la intervención de su bolsillo. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) acaba de reconocerle por vía administrativa el reintegro de los gastos dado que su caso era una 'urgencia vital en cuanto perentoriedad de tratamiento por riesgo inminente de muerte'. Aunque le da la razón, estima parcialmente su demanda, ya que frente a los 3,8 millones que reclamaba el enfermo, el SAS sólo aprueba una compensación de 2 millones.

Desde 1990, Andrés C.A. había estado hospitalizado en varias ocasiones por diferentes cuadros coronarios. En noviembre de 1999, tras sufrir una angina de pecho, ingresó en el hospital de la Axarquía y posteriormente fue trasladado al Carlos Haya de Málaga para un estudio más a fondo. Tras una serie de pruebas, se descartó la posibilidad de una operación y fue desahuciado. El enfermo optó por contrastar el diagnóstico con un centro privado de Madrid donde le practicaron otra prueba, que el hospital malagueño no realizó por su 'pésima e inestable ventana ecocardiográfica'. El resultado fue que era operable. El 20 de diciembre de 1999, el paciente fue intervenido con éxito.

Urgencia vital

En el expediente abierto para responder a su demanda, el SAS constata que desde la operación el enfermo 'está asintomático' y que su caso revestía el carácter de 'urgencia vital' reconocido por el Tribunal Supremo cuando se trata de un cuadro clínico 'inaplazable, de forma que cualquier demora determine un peligro grave' para la vida. La reclamación administrativa estimada por la Dirección General de Asistencia Sanitaria el 16 de mayo pasado fue interpuesta por la Asociación de Defensa del Paciente (Adepa), después de que un cirujano malagueño denunciara la muerte de cuatro enfermos en lista de espera.

Aunque el SAS le da la razón, sólo atiende parcialmente la demanda. El afectado reclamaba los 3,8 millones que, asegura, le costaron la hospitalización, un par de consultas y la intervención. Sin embargo, el SAS sólo le reconoce 2.028.040 pesetas de hospitalización, correspondientes a la factura aportada. El demandante apunta que el sistema público no se hace cargo del coste del cirujano porque no entregó una factura, sino un comprobante de la transferencia bancaria. Adepa presentará una nueva reclamación por la cantidad que el SAS no le reconoce.

Para Damián Vázquez, abogado de la asociación, con la salvedad de que no se reintegran todos los gastos, la respuesta del SAS abre 'una puerta importante' para aquellos pacientes que por error o tardanza se ven 'obligados' a ir a la sanidad privada.

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