'Yo creía en la industria del tabaco'
El propio Richard Boeken se quedó atónito al enterarse de la sentencia. 'Casi me caigo de la silla', declaró a la televisión norteamericana. 'El jurado ha querido mandar un mensaje muy contundente a Philip Morris por fraude y negligencia', añadió. Boeken, de 56 años, en estado terminal, sólo compareció dos días en las seis semanas que duró el caso. Estaba presente en la sala del tribunal de Los Ángeles cuando se hizo público el veredicto.
Boeken empezó a fumar con 13 años, en 1957. Siguió durante toda su vida a un ritmo de dos cajetillas diarias, hasta que en 1999 le diagnosticaron un cáncer de pulmón. Dejó el tabaco, pero al poco tiempo volvió otra vez cuando los medicos le informaron de que ya estaba perdido y que el mal se había extendido al cerebro, los tejidos linfáticos y la espalda. Le quedan entre seis meses y un año de vida. 'Yo creía en la industria del tabaco', dijo a la cadena NBC, 'no pensé que mentirían sobre los hechos que explicaban en la televisión y en la radio'. Boeken aseguró que sólo se dio cuenta de los efectos nocivos del tabaco a mediados de los noventa, pero que entonces ya era demasiado tarde. Cuando empezó a fumar, hace algo más de 40 años, las cajetillas no tenían ninguna indicación sobre posibles repercusiones sobre la salud.
Boeken, que vive en Topanga (California), trabajaba hasta hace poco como agente bursátil y de petróleo. Su abogado, Michael Piuze, ha reconocido que su cliente ha tenido que dejar el alcohol y la heroína debido a su estado, pero no ha podico con el tabaco. En un principio, Boeken 'sólo' había pedido 2.340 millones de pesetas en indemnización y, para dar ejemplo, una sanción aproximativa de 1,95 billones de pesetas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.