Los internautas emigran a otros sitios gratuitos de descarga musical

El número de usuarios de Napster se disparó en dos años hasta los 70 millones y las discográficas vieron con preocupación cómo crecía el tráfico gratuito de canciones que ellas ponían en el mercado. La RIAA llevó a Napster a los tribunales alegando que infringía los derechos de autor y propiedad. Napster replicó que su servicio no era comercial, que se trataba de facilitar el intercambio gratuito de canciones, el préstamo entre amigos. La comunidad de artistas se dividió a favor y en contra.

El grupo Metallica, por ejemplo, lideró el combate contra Napster. Los jueces se han inclinado por las posiciones de la RIAA y Napster ha tenido que introducir filtros para evitar el intercambio de canciones protegidas por derechos. Aunque, al principio, los filtros no eran muy eficaces, Napster ha mejorado la tecnología de bloqueo.

Desde que empezó a introducir controles, el número de usuarios ha descendido. Muchos emigran a otros servicios parecidos. Los analistas calculan que el número de archivos descargados ha bajado desde los 2.790 millones en febrero, según Cnet, a 360 millones en mayo. Webnoize calcula que la media de usuarios simultáneos de Napster ha pasado, de febrero a mayo, de un millón y medio a 840.000.

Una encuesta entre 3.000 usuarios de Napster afirma que el 87% emigrarán a otras plataformas si el servicio introduce el pago. Ya han empezado a hacerlo. Servidores como Windmx, Morpheus (de MusicCity), Gnutella... atraen a los fugitivos de Napster. Algunos de ellos, como Gnutella, al no ofrecer una lista central de archivos, son más difíciles de perseguir, pero la RIAA no descansa. Ya ha conseguido el cierre de algunos y ahora se ha lanzado judicialmente contra Aimster, un gemelo de Napster que trabaja con la mensajería instantánea de AOL. El propio Napster declaraba ayer ante los tribunales en la demanda presentada por las discográficas, sus futuros socios entre ellas.