Los rocieros redujeron este año en un 75% el vertido de basuras en Doñana

El director conservador del Parque Nacional de Doñana, Alberto Ruiz de Larramendi, explicó que la razón del descenso de desechos se debe a las medidas preventivas adoptadas y al acuerdo alcanzado entre la dirección del Parque y las hermandades, en función del cual, los rocieros tendrían que recoger sus basuras y echarlas continuamente a un tractor remolque habilitado para la ocasión. 'El impacto ha sido mínimo', apostilló Hermelindo Castro, director de la Red de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía.

Otra de las medidas adoptadas antes del inicio de la peregrinación, que todavía continúa con la vuelta de los rocieros, fue la de prohibir la entrada al recinto protegido del parque a cualquier vehículo que no hubiera sido autorizado previamente. Aún así durante los días en que ha durado el camino de los romeros han circulado por Doñana más de 3.000 vehículos. Ruiz de Larramendi explicó que sólo 12 de ellos han protagonizado episodios irregulares. Uno de ellos se produjo cuando tres tractores entraron en una zona no permitida para acampar y destrozaron parte del monte. Otra acampada en un lugar especialmente protegido destrozó un experimento de tortugas que se realizaba en la zona. El director del Parque restó importancia a los incidentes negativos pues, a su juicio, son 'puntuales' y 'no merece la pena resaltarlos, dado el cuidado que este año han tenido las hermandades'.

La comisión mixta está formada por dos miembros de la Junta y dos del Gobierno central, entre los que se encuentra la secretaria general de Medio Ambiente, Carmen Martorell, quien subrayó también la satisfacción por el 'buen comportamiento' de los rocieros. 'Cada año hay mayor grado de compromiso', declaró.

La comisión se reunió ayer por primera vez en Granada con el objetivo de hacer notar que sus miembros otorgan 'la misma importancia a Doñana y Sierra Nevada', los dos parques nacionales de Andalucía.

En el transcurso de esta reunión se creó la comisión de seguimiento del Plan Ganadero de Doñana, que establece el sacrificio de 1.500 cabezas de ganado para adecuar su número a la capacidad del parque. Esta comisión será la encargada de reunirse con los ganaderos para negociar con ellos las subvenciones que habrán de recibir a cambio de la desaparición de sus reses, bien a través del traslado a otros campos o matándolas directamente, una decisión que corresponderá a los propietarios de los animales en última instancia.