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Los farmacéuticos firman un acuerdo con la Junta para dispensar los medicamentos más baratos

Salud ahorrará 10.000 millones de pesetas al año y los usuarios, otros 1.000

El éxito del acuerdo reside en buena parte en los médicos: si los facultativos andaluces prescribieran siempre principios activos en lugar de marca, se alcanzaría ese ahorro de 10.000 millones anuales.

La llamada 'prescripción por principio activo' es aquella en la que el médico señala en la receta los datos del medicamento, sin nombre comercial, especificando la forma farmacéutica, el número de unidades y la dosis.

De las 8.273 especialidades farmacéuticas que existen actualmente en el mercado, un 17% (1.400 aproximadamente) se verán afectadas por el convenio firmado entre Salud y los farmacéuticos andaluces. Es decir, todos aquellos medicamentos que tienen ahora un precio superior al establecido en el acuerdo. El acuerdo no incluye los genéricos, que son aquellos productos farmacéuticos que han cumplido ya 15 años de protección de patentes.

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El convenio, el primero de este tipo que se firma en España entre una institución sanitaria y las farmacias, supone abrir una brecha en la identificación de marcas con la calidad de los medicamentos. Además, posibilita que los médicos, al recetar principios activos, se liberen de la presión de los laboratorios.

Pacto nuevo El acuerdo firmado ayer en Sevilla 'no tiene nada que ver', en palabras de Vallejo, con lo ordenado por el Ministerio de Sanidad que fijó precios máximos de 99 genéricos, para la dispensación de los cuales el farmaceutico puede elegir la marca. En el caso andaluz, el médico receta un principio activo y en la farmacia le entregan el medicamento más barato.

Vallejo destacó, asimismo, el compromiso adquirido por los farmacéuticos andaluces, de quienes destacó su 'lucidez', para contribuir 'con su actitud a que los precios de los medicamentos no se disparen'. Manuel Arenas, presidente del Consejo de Colegios Farmacéuticos, señaló por su parte que ellos querían 'contribuir al uso racional del medicamento'. 'A nosotros', señaló, 'también nos interesa que el precio de los medicamentos sea estable. Somos los primeros interesados en que se sostenga el sistema público sanitario, que es uno de los mejores sistemas del mundo'.

El representante de los farmacéuticos señaló otro problema: la falta de espacio 'en nuestras farmacias para almacenar tantas marcas como están surgiendo a raíz de la entrada en vigor del decreto de genéricos'.

En cualquier caso, los farmacéuticos entienden que el dinero que van a dejar de ganar, unos 2.500 millones de pesetas anuales, puede que les revierta 'con otras medidas de apoyo que adopte la Junta', precisó Antonio Mingorance, secretario del Consejo de Farmacéuticos.

Para que el acuerdo sea plenamente eficaz, la colaboración de los médicos es imprescindible. Si éstos especifican en las recetas que expenden una marca determinada, el farmacéutico no tiene nada que hacer: deberá servir al paciente la medicina indicada. Puede, eso sí, explicar al cliente que existen otros medicamentos más baratos con el mismo principio activo e igual de eficaces. Si el cliente se convence, podrá cambiarse el producto por el más barato.

Pero si en la receta el médico sólo señala el principio activo, además de la dosis, la forma de presentación y el número de unidades que deben entregarse, el farmacéutico dispensará, dentro de las marcas disponibles, aquella que tenga un precio igual o inferior al establecido en el convenio. Un ejemplo: el médico deberá recetar Amoxicilina, 500 mg. 12 cápsulas.

Si el paciente insistiera en llevarse una marca concreta, el farmacéutico puede negarse a entregarla. En ese caso, remitirá al cliente a su médico para que le prescriba específicamente la marca.

Las ventajas de la prescripción de un principio activo en lugar de una marca son 'obvias y múltiples', según los responsables del SAS. Entre ellas destaca la mayor facilidad para identificar el medicamento, tanto por parte del médico como por el paciente. Asimismo, la denominación de un medicamento por su principio activo es universal, lo que facilita el intercambio de información científica, la búsqueda bibliográfica, la formación del médico o la educación del paciente.

Andalucía gastó en medicamentos 100.000 millones de pesetas en los cinco primeros meses de 2001. En abril, el incremento de la factura farmacéutica andaluza fue de un 13,3% respecto al mismo mes del año 2000, el segundo incremento más alto después de Canarias que creció por encima del 18%. El acumulado, sin embargo, para los primeros cuatro meses de este año, es de un 6,78%, uno de los más bajos de todo el Estado.

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