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Detenido junto a un cuartel el hombre que mató a su mujer en Salamanca

La Guardia Civil ha detenido en Zamora a Manuel Cárdenas, que se ha reconocido autor de la muerte de su compañera Mariana García Sánchez, de 36 años, a la que dio 20 puñaladas la noche del pasado lunes en las inmediaciones de Salamanca. La víctima había denunciado en dos ocasiones a Cárdenas, de 52 años, por malos tratos. La primera denuncia fue retirada, y la segunda originó en diciembre la detención de Cárdenas, que posteriormente quedó en libertad provisional. Diez días antes de su muerte la mujer decidió acabar relación y dejar Nuevo Amatos (Salamanca), donde ambos vivían.

Este miércoles, el huido fue reconocido en Zamora por un guardia civil que se hallaba fuera de servicio y que estaba en un bar situado frente a la parte trasera de la 632 la Comandancia de la Guardia Civil. El agente sospechó de Cárdenas y solicitó refuerzos. Eran las once de la noche. El sospechoso sólo extendió sus manos para que le pusieran las esposas, informa José Lera.

El detenido cuenta con un amplio historial delectivo 'relacionado con la prostitución y el hampa', según el subdelegado del Gobierno en Salamanca, José Antonio Sacristán. Entre sus antecedentes sobresale una condena de 14 años (de la que cumplió 10 en la cárcel, entre 1981 y 1991) por el intento frustrado de asesinar a su esposa, a quien dio dos puñaladas. Volvió a prisión otros seis meses en 1999 por conducir pese a tener el carné retirado. Robos y tenencia ilícita de armas completan su historial.

Crimen y motín

Otros miembros de su familia han estado implicados en delitos en Salamanca. Su hermano José fue a prisión por el denominado crimen del puente de La Salud. En este lugar, arrojó a una joven al vacío, que murió juntó al pilar del puente. Mientras cumplía condena en el penal del Puerto de Santa María (Cádiz), en un violento motín liberó al director del penal, lo que motivó la reducción de su condena.

La víctima, Mariana, había abandonado recientemente la prostitución a la que le obligaba Cárdenas. Con el apoyo de una asistente social, la mujer estaba en proceso de reintegración social y se dedicaba al cuidado de ancianos, tarea a la que dedicaba la mayor parte del día. Con este trabajo sostenía a Cárdenas y a las dos hijas de la pareja, de cinco y tres años, que presenciaron el crimen. Cárdenas se encontraba sin empleo. El teniente de alcalde de Amatos, Lucas Repila, señaló que el detenido frecuentaba los bares, donde su afición a la bebida le hacía 'perder el control' y se volvía violento.

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