'Estoy encantado de que Thatcher vaya a reforzar nuestro voto'
Robin Cook, ministro de Exteriores británico, es una de las voces más europeístas del Gobierno de Tony Blair. Sumergido en la campaña electoral que el 7 de junio consolidará la mayoría absoluta de los laboristas, Cook recibe a EL PAÍS en la sede de su partido, a orillas del Támesis, entre mitin y mitin. 'Desde que estamos en campaña, prácticamente no podemos ir al Parlamento y usar las instalaciones públicas', cuenta su asesor, David Mathieson. Cook, de 55 años, prepara el café para todos, lo sirve y se sienta a hablar. Las palabras de Margaret Thatcher contra el euro y la sociedad multicultural que propugnan los laboristas, dice, sólo les ha hecho un favor.
Pregunta. ¿Qué ha cambiado en Gran Bretaña con Blair?
'Nuestra tradición es abrirnos a los extranjeros. Es triste que algunos odien esta sociedad multicultural'
Respuesta. Los cambios no sólo se han dado en los cuatro años de Gobierno laborista, sino que ha habido una regeneración en la década anterior. Comenzó Neil Kinnok, que llevó al partido desde la extrema izquierda; continuó John Smith, que murió antes de que pudiera liderar el partido, y Tony Blair lo consiguió, con muchísimo éxito. Él consiguió votos que nunca había tenido el partido. Somos el partido de la izquierda, pero también, enormemente, somos un partido de centro. Tony es muy popular entre los jóvenes, éste es un partido de gente joven, y por ello el Partido Conservador es tan impupular entre los jóvenes, por su hostilidad con Europa. No entienden la nueva realidad.
P. ¿Quiere decir que los jóvenes británicos son más proeuropeos que las demás generaciones?
R. No diría eso, pero son más abiertos a las cosas que vienen de la Unión Europea, y ésa es la base del futuro de Gran Bretaña.
P. ¿Cree que la tercera vía aún existe?
R. Ya no usamos el término, pero el concepto aún está ahí, en los discursos de Blair. La opción no es un Estado socialista con un fuerte poder central, ni los excesos de la derecha de Thatcher. Hay una alternativa, un Gobierno moderno, comprometido con la inclusión social, con la solidaridad y con el cumplimiento a través de una aproximación flexible y moderna a la economía global, con la que tenemos que competir con éxito. El Gobierno no quiere gobernar en todo, sino sentar las bases para que el individuo pueda tener su oportunidad. En cuatro años hemos mejorado la justicia social, y la economía es fuerte.
P. Ahora que Blair está haciendo campaña, se está encontrando con gente desengañada por el pésimo estado de los servicios públicos. Hay gente que piensa que las promesas no se han cumplido.
R. Hemos cumplido todo lo que prometimos, pero nunca es suficiente. Hemos reducido las listas de espera en los hospitales en 100.000 personas. Hay más profesores y enfermeras. Estamos haciendo el mayor récord de inversión en sanidad de toda la historia, pero aún hay mucho por hacer. Nosotros heredamos 18 años de negligencia y tardaremos más de cuatro años en rehacer y recuperar esos servicios públicos. Pero nuestro compromiso es ése: la educación y la sanidad. Hemos puesto 1.000 millones de libras en educación, pero tenemos que hacer más, es nuestro programa de diez años. Hemos reducido las listas de espera, construiremos 100 hospitales en 10 años. Todo esto llevará tiempo. Pero he encontrado en la campaña gente que quiere que sigamos y que aprecia lo que hemos hecho.
P. Usted es el nuevo presidente de los socialdemócratas europeos. ¿No es algo chocante que presida la organización un representante del país más euroescéptico?
R. No hay que juzgar al Reino Unido por su fama de euroescéptico. El laborista es un partido proeuropeo, tenemos un gran compromiso con Europa y luchamos contra los conservadores por eso mismo. No somos euroescépticos, y por ello no hay nada raro en que presidamos a los socialdemócratas europeos.
P. ¿Cuándo va el Reino Unido a integrarse en Europa de verdad, incluido el euro?
R. Ya estamos en Europa. Por completo. Hemos liderado la reforma económica de Europa. Hemos lanzado la política de seguridad y defensa europeas junto a Francia. Y Gran Bretaña es la campeona de la ampliación. Hemos tenido un papel de liderazgo en los grandes proyectos y seguiremos teniéndolo. Sobre el euro habrá un análisis económico al principio de la segunda legislatura y, si consideramos que es conveniente, habrá un referéndum en el que la gente decidirá.
P. ¿No cree que triunfará el no como pronostican las encuestas?
R. Dependerá de ese análisis económico y, si la gente ve que va a ser bueno para Gran Bretaña, primará el sentido común.
P. ¿Qué debe hacer Europa con la inmigración?
R. En Gran Bretaña tenemos un récord de inmigración, y la fuerza viene precisamente de su diversidad, de su variedad de comunidades. Es importante que Europa dé a sus inmigrantes un hogar, unos derechos, para que esas personas contribuyan con su energía a fortalecer el país que les da cobijo. Otra cosa es el asilo, la inmigración ilegal, el tráfico de personas. Eso lo tenemos que regular.
P. Thatcher dijo la semana pasada: 'Odio la sociedad multicultural'. ¿Qué siente al oírlo?
R. Ah, estoy encantado de que Margaret Thatcher vaya a reforzar el voto de los laboristas y de ver que los conservadores no volverán. Es muy triste que no sólo ella, sino otros piensen en odiar la sociedad multicultural. Somos una sociedad multicultural. Tenemos tres millones de indios, muchas etnias que contribuyen a construir este país y sus servicios públicos. Hay doctores extranjeros. Es una tradición británica abrirse a los extranjeros, siempre ha sido así. Lo que es antibritánico es rechazarlo. Hay que abrirse, lo hemos hecho durante años.
P. Ahora que ha triunfado un presidente republicano en la Casa Blanca, ¿siguen sintiéndose tan próximos a Estados Unidos? ¿Cómo se sienten en su relación entre Estados Unidos y Europa?
R. Nos vemos como puente entre los dos. Tenemos grandes alianzas con EE UU. Es nuestro amigo y aliado, y eso nos da acceso a Washington, pero Washington sabe que respetamos a las cancillerías europeas. No hay que elegir entre los dos. Los conservadores eligen a EE UU, y no a Europa, pero la paradoja es que, si ganaran, no tendrían esa relación especial, porque Washington quiere un país abierto a Europa.
P. ¿Qué opina del debate sobre el reparto de fondos europeos que se creó entre España y Alemania?
R. Nuestro interés en esto es que la ampliación tenga lugar, y que tenga lugar lo antes posible. Los países que ya estamos dentro tenemos que favorecer, proveer estabilidad a los nuevos socios, así que todos ganamos con la ampliación. Por desgracia, el debate de la ampliación está ahora mismo en los costes y no en los beneficios. Habrá un club extra, un mercado nuevo para todos, y eso es muy beneficioso.
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