Sexualidad y creación literaria
De acuerdo con su artículo [EL PAÍS, 12 de mayo], 'no hay persona mínimamente leída que no acepte la existencia de algún tipo de nexo entre sexualidad y creación literaria'. Efectivamente, cualquier hombre culto, y un escritor es un paradigma de hombre culto, conoce a Freud, es decir, conoce uno de los pensamientos más importantes, por lo menos, de los últimos cien años.
Esto es así porque la teoría (no las teorías) que formuló en su obra influyó en todos los demás órdenes del pensamiento, de tal forma que ni el arte, ni la ciencia ni la filosofía volvieron a producirse ni a pensarse de la misma manera después de él.
El pensamiento de un gran autor, como Freud, es su obra escrita. Una obra escrita impresa y publicada, que se halla al alcance de cualquiera, en librerías, bibliotecas, escuelas, etcétera. Ahora bien, este pensamiento tiene un nombre y es psicoanálisis. El psicoanálisis es una teoría científica cuyos enunciados y conceptos se encuentran articulados de manera compleja, de tal forma que no se puede alterar uno de sus conceptos sin ponerse a hablar de otra cosa. Cuando se utiliza mal un concepto de una ciencia, uno no destruye el pensamiento al que pertenece, sino que es uno el que se queda sin ese pensamiento.
Es como jugar al ajedrez y querer hacerlo con las reglas de las damas. Sencillamente, no está jugando al ajedrez y, probablemente, tampoco a las damas.
Señor Goytisolo, la sexualidad ya no es lo que era hace 100 años. La sexualidad, después de Freud, no es aquello que hacemos con nuestros genitales o con el resto de nuestros cuerpo para alcanzar un placer erótico, sino que es aquello que por humanos sólo nos puede ocurrir en el orden del lenguaje. Ése fue el gran descubrimiento de Freud: que somos sujetos del lenguaje, que la palabra ha trastocado sin remedio toda nuestra naturaleza.
Tiene razón al relacionar sexualidad y literatura; sin embargo, lo hace usted de tal modo que no parece estar hablando ni de la sexualidad ni de la literatura.
Tratar de responder la cuestión de la escritura y de la creación literaria con la observación de los gustos eróticos de aquellos que escriben es ignorar por completo la importancia de lo simbólico en la vida humana y acaso la vida humana misma.
Está ahí. Sí, pero usted no lo puede ver. Por lo menos no con ese pensamiento sobre la sexualidad.
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