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Los diputados reprenden a Felip Puig por desoír un mandato parlamentario

El Partido Popular evitó con sus votos la creación de una comisión de investigación sobre el caso Turismo, a pesar de que algunos de sus diputados querían apoyarla, pero se desquitó contra uno de los miembros del Gobierno a los que tiene más inquina: el consejero de Medio Ambiente, Felip Puig. El PP se apuntó a una iniciativa inédita de la oposición que buscaba dejar en evidencia a Puig poniendo de relieve que incumple los mandatos de la Cámara.

Puig, ex secretario de organización de Convergència, forma parte del sector más nacionalista de este partido y el PP ya le ha hecho pagar en otras ocasiones los platos rotos que no hace pagar a todo el Gobierno, como cuando sumó sus votos a los de la izquierda para rechazar el proyecto de mapa eólico elaborado por este departamento. El diputado del PP Daniel Sirera hizo explícito desde el atril el ensañamiento hacia el consejero, que lo escuchaba resignado en los bancos del Ejecutivo: 'Algunos de los consejeros que se autodefinen como patriotas son los que más ignoran los mandatos del Parlament, que alberga a los representantes del pueblo de Cataluña', dijo en tono irónico.

Los grupos de la oposición subrayaron que la votación de ayer es también un aviso para todos los departamentos de la Generalitat, cuyo nivel de cumplimiento de las mociones de la Cámara no es precisamente alto. Según un estudio de Esquerra Republicana (ERC), en la pasada legislatura el Gobierno obvió el 40% de las resoluciones aprobadas en el Parlament.

El incumplimiento que ayer fue subrayado solemnemente hace referencia a una moción aprobada en junio del año pasado a instancias de Iniciativa per Catalunya-Verds (IC-V) y de ERC. El texto obligaba a Puig a elaborar un plan director para la implantación de los campos de golf en Cataluña antes de cinco meses, pero este plan todavía no ha sido presentado en la Cámara. El diputado de CiU Josep Rull y el propio consejero argumentaron que el departamento está trabajando en el proyecto. Pero no convencieron a ningún grupo y sólo la coalición nacionalista votó a favor del consejero.

Tras la votación, los tres grupos de izquierda comparecieron conjuntamente para exigir la dimisión de Puig, petición que el PP ya no respaldó. El portavoz del grupo Socialista-Ciutadans pel Canvi, Joaquim Nadal; el de IC-V, Joan Boada, y el republicano Joan Ridao coincidieron en señalar que 'en cualquier país normal esta votación comportaría la dimisión'. Ridao añadió que la votación significaba 'una moción de censura encubierta' contra Puig. El consejero, por su parte, minimizó la amonestación y la consideró 'estrictamente formal'.

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