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Borrell y los 'guerristas' descalifican el plan del PSOE sobre el tipo único del IRPF

Parlamentarios de distintos sectores socialistas respaldan la propuesta de Jordi Sevilla

Anabel Díez

Bienvenido el debate sobre la fiscalidad abierta por la ejecutiva federal del PSOE, pero críticas y, en todo caso, dudas respecto a que la eliminación de los seis tramos de renta actuales y su sustitución por un tipo único, que pueden ser finalmente dos, garantice la progresividad. Por estos derroteros caminó ayer el intenso debate que se produjo en la reunión del Grupo Parlamentario Socialista en la que la corriente guerrista y el ex secretario de Estado de Hacienda y ex candidato socialista, José Borrell, lanzaron duras críticas a la propuesta defendida por Jordi Sevilla. Éste recibió el apoyo de un buen número de parlamentarios.

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La propuesta de Jordi Sevilla, que el día anterior tuvo el visto bueno de ese órgano de dirección y, singularmente, de su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, pasó ayer el examen del grupo parlamentario. Ahora se abre un debate que se prolongará durante un año antes de que el PSOE presente una reforma completa sobre fiscalidad.

Durante tres horas se produjeron 14 intervenciones sobre la propuesta, que ya ha hecho suya la ejecutiva federal. Hubo críticas generalizadas a cuestiones formales por el hecho de que el conjunto del partido conoció la iniciativa a través de informaciones de este periódico y Cinco Días. Otra de las líneas de insatisfacción se basó en el carácter incompleto de la reforma al echarse en falta simulaciones para comprobar la realidad del resultado de sustituir los seis tramos por uno.

Aunque se parte del modelo de tipo único, ayer quedó claro que, finalmente, pueden ser dos tal y como anunció el lunes el secretario de Organización, José Blanco, tras la reunión de la ejecutiva federal en la que Sevilla contó con el apoyo explícito de Rodríguez Zapatero, Blanco, Jesús Caldera y Trinidad Jiménez. Hubo intervenciones con algunas dudas sobre los efectos concretos en el terreno de la progresividad.

Eso volvió a ocurrir ayer en el grupo parlamentario, donde el autor del proyecto se anticipó a las críticas de que pudiera entrar en el campo liberal. 'Si alguien tiene un izquierdómetro estoy dispuesto a confrontar con él en ese terreno', aseguran que dijo Sevilla en un tono que no cayó del todo bien a la mayoría.

Debate abierto

El responsable de Economía del PSOE defendió que la simplificación a un solo tipo, abierto a que sean dos, 'garantiza una mayor progresividad del impuesto'. 'La explicación está en el establecimiento de un mínimo exento o renta básica ciudadana, cantidad que se considera libre de imposición, y que al deducirse de la cuota y no de la base, produce un incremento de la progresividad del impuesto, para ventaja de las rentas bajas y medias', explicó.

Todos los parlamentarios se enteraron de que el ex vicesecretario general del PSOE Alfonso Guerra y el propio Sevilla habían mantenido conversaciones respecto a este borrador de reforma, en las que, a juicio de Sevilla, quedó claro que nunca haría una propuesta regresiva ni de derechas.

Pero antes de las intervenciones de diputados guerristas, el ex ministro José Borrell protagonizó el discurso más duro y más crítico de todos cuantos se produjeron. 'Esta propuesta me parece una sandez y una estupidez; un solo tipo no garantiza la progresividad y tampoco resulta más sencilla ni para la Administración ni para el ciudadano', dijo Borrell. Éste, según avanzó en sus consideraciones, concluyó que 'se modula mucho peor la progresividad con un solo tipo que con varios; es poco serio y estoy seguro que no va a prosperar'. Sevilla le recordó que él fue quien empezó la política de reducción de tramos del IRPF cuando era secretario de Estado de Hacienda.

Le siguieron Francisco Fernández Marugán, Carlos Sanjuán, José Acosta y Carlos Navarrete, encabezados por Alfonso Guerra. 'Lo nuevo no significa siempre lo bueno', señaló el ex vicepresidente del Gobierno, quien se lamentó de que la batalla de los impuestos siempre la gana la derecha. Los guerristas tuvieron discursos respetuosos en la forma, pero duros en el fondo. 'El sistema tributario es algo más que un solo tipo y un mínimo exento y esta propuesta sitúa al PP donde nunca ha estado, que es en la hacienda democrática. Nosotros no podemos caer en la excentricidad fiscal porque España tiene que ser como los grandes países y no como Islandia que es donde existe el tipo único', explicó Marugán. Este diputado, lector asiduo de los teóricos de esta fórmula como los norteamericanos Hall y Rabushka, reconoce que el proyecto está pensado para favorecer a las clases medias y bajas pero que, en la práctica, 'según los teóricos' beneficia a las rentas altas.

Otras parlamentarios de distintos sectores respaldaron la propuesta, sobre todo por lo que significa como punto de partida para un debate en profundidad. Entre ellos, Joaquín Leguina, Juan Manuel Eguiagaray , Diego López Garrido, Cristina Alberdi, Carlos Príncipe, Germá Bel, Octavio Granados y Teresa Costa, que mostraron su satisfacción porque el PSOE entrara de lleno en una reforma fiscal propia. No obstante, también expresaron dudas. 'El mínimo exento y el tipo tienen que ser muy altos para que no se resienta la progresividad; pero tiene límite porque puede peligrar la suficiencia financiera y no se puede olvidar la recaudación ya que para la izquierda lo importante debe ser el gasto para luego, orientar políticas', señaló López Garrido.

Leguina hizo sonreír y hasta reír cuando afirmó que de entrada el debate había caído bien 'en los que ganan más de seis millones de pesetas anuales'. 'Ahí estamos todos los parlamentarios, muchos profesionales de los medios de comunicación y los catedráticos de Hacienda Pública'.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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