La vuelta del ciudadano

Llamarle el rey Midas del pop nacional no resulta exagerado, ya que todo lo que toca, al menos en música, se convierte en oro. Con ese aire de ciudadano normal y apacible que le ha convertido en una estrella que parece no querer serlo, Manolo García ha vuelto de nuevo para convertir en oro sus canciones.

Acaba de publicar un segundo trabajo en solitario, que, bajo el nombre de Nunca el tiempo es perdido, parece hacer referencia a toda su trayectoria vital, en la que Manolo García jamás ha perdido el tiempo. Tras el éxito de Arena en los bolsillos, su primer disco tras la disolución del grupo El Último de la Fila, Manolo García se tomó un espacio para el respiro hasta que su Pepito Grillo musical le dijo que ya era hora de retomar la guitarra. El resultado ha sido un disco que, sin apartarse estilísticamente de lo ya hecho, se perfuma con nuevos olores provenientes quién sabe si del norte de África o, tal vez, de la India.

La cuestión es que Manolo García ha vuelto a vender discos en cantidades sólo aptas para artistas de su nivel y popularidad, aceptable el primero, enorme la segunda. Esta noche, Manolo García, al parecer no amante de las multitudes, ofrece el primero de sus conciertos en el Palacio de los Deportes de Barcelona (22:00 horas), donde también actuará mañana (jueves), pasado mañana (viernes) y el día 3 de junio (domingo próximo). En conjunto, reunirá a unas 24.000 personas dispuestas a dejarse llevar por un artista que no pierde el tiempo. Ni las energías.-