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REINO UNIDO

Emergencia policial en Manchester por la violencia racial

Los 'tories', acusados de propiciar la tensión racial en el país

Nadie duda de que la presencia en Oldham de elementos de la extrema derecha, del National Front (NF) y del Partido Nacional Británico (BNP), agita la tensión racial entre su población blanca y de color. 'Parece una estratagema para explotar la situación racial y el miedo se extiende en todas las comunidades', señaló ayer Eric Hewitt, alto responsable de la policía del área metropolitana de Manchester. 'Son partidos legales, pero sus métodos de hacer campaña son muy diferentes. Son unos racistas viles, que llevan tiempo instigando la tensión en esta ciudad', dijo Richard Knowles, líder del Ayuntamiento.

Los agentes antidisturbios entraron an acción por segunda noche consecutiva para contener los enfrentamientos entre pandillas de neonazis y jóvenes británicos de origen paquistaní y bangladesí. Los disturbios no alcanzaron el grado de violencia registrado el sábado, pero unos y otros lanzaron cócteles mólotov, ladrillos y piedras contra las oficinas de un vespertino local, comercios, viviendas y automóviles. La policía mantenía anoche un férreo control en prevención de una tercera sesión de batalla campal.

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El BNP quiere frenar 'inmediatamente' la inmigración 'no blanca', deportar a los inmigrantes ilegales y procurar el 'retorno voluntario' de la población de color a sus países de origen. Acude a las urnas con 30 candidatos, incluidos tres por circunscripciones de Oldham. La selección de esta zona deprimida del norte de Inglaterra no es arbitraria. La comunidad asiática crece a un ritmo alto y se calcula que representará el 19% de la población dentro de 10 años.

Además, las últimas generaciones saldan las humillaciones sufridas por sus padres enfrentándose con sus vecinos blancos. Semanas atrás, un anciano recibió una paliza por parte, al parecer, de un adolescente asiático que fue el detonante del asalto continuo del BNP y sus colegas racistas, el National Front, sobre Oldham.

El Partido Conservador tiene cierta responsabilidad en los disturbios raciales, a juzgar por las reiteradas acusaciones de los liberales demócratas, el tercer partido en liza ante los comicios del 7 de junio. Critican a la formación de Hague de promover la intolerancia e incitar violencia con encendidos mensajes sobre la ineficacia del Gobierno en la gestión de la inmigración, los refugiados políticos y relaciones raciales. El discurso de Hague sobre la conversión del Reino Unido en 'tierra extranjera', los lamentos de un diputado tory por la pérdida de 'pedigrí' de la población o la negativa de otros colegas del Parlamento a firmar un acuerdo que compromete a todos los candidatos electorales a no utilizar la 'baza de la raza' en la carrera hacia las urnas son algunos ejemplos recientes que avalan las acusaciones de la fuerza política que dirige Charles Kennedy.

'Los tories falsean y exageran los problemas relacionados con asilo e inmigración. La desinformación genera intolerancia y prejuicios e incita a gente irresponsable a tomarse la justicia por la mano', señaló hace unos días Simon Hughes, portavoz liberal demócrata en materia de Interior. Confirmados sus recelos en Oldham, reiteró su ofensiva contra los tories afirmando que 'cuando los políticos inflan los asuntos que alientan la imagen de diferencia racial, hay una probabilidad indirecta de que resuenen en la gente, sobre todo en los jóvenes, y de que fomenten los prejuicios'. Tanto él como Kennedy se negaron a disculparse por responsabilizar a los conservadores de los disturbios raciales más intensos registrados en décadas en el Reino Unido.

Dos policías llevan a un detenido tras los disturbios raciales en Manchester.
Dos policías llevan a un detenido tras los disturbios raciales en Manchester.REUTERS
Varios bomberos intentan apagar un fuego causado durante los disturbios en Oldham, en la madrugada del lunes.
Varios bomberos intentan apagar un fuego causado durante los disturbios en Oldham, en la madrugada del lunes.AP

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