La Comunidad Valenciana mejora su grado de convergencia con Cataluña

El informe de Funcas sobre dinamismo e internacionalización del Arco Mediterráneo a finales del siglo XX arroja a modo de conclusión un recorte de las distancias, todavía grandes, entre las comunidades que componen este macroespacio español, considerado de gran crecimiento por la Unión Europea.

Las zonas más avanzadas del Arco crecen, aunque en muchos casos a menor ritmo que las más retrasadas del centro y del sur -el Arco se amplía en este estudio a Andalucía-. Así, la Comunidad Valenciana y Murcia se acercan a Cataluña, la más desarrollada y contribuyen a un clima de convergencia e integración territorial.

Las diferencias son, no obstante, notables todavía. Cataluña sobresale en apertura exterior, internacionalización y especialización, mientras autonomías como la valenciana o la murciana presentan un gran potencial de desarrollo, aunque todavía excesivamente dependientes y vulnerables al factor trabajo y a la evolución de los precios de sus mercados de destino.

En cualquier caso, la Comunidad Valenciana crece en muchos aspectos por encima de la media del Arco Mediterráneo gracias al tirón de la construcción, del que se ha beneficiado el conjunto del país, pero especialmente el litoral mediterráneo.

El informe de Funcas insiste en el crecimiento de la deuda pública valenciana y cifra el plazo para amortizarla en su totalidad en unos seis años.

La economía del Arco Mediterráneo creció unas décimas por encima que la española. Según Funcas, la economía estatal aumentó su Valor Añadido Bruto (VAB) un 4,7%, empujada por la construcción y los servicios, mientras la del Arco aumentó un 4,9%. Del conjunto de comunidades de este espacio mediterráneo, las que más crecieron, por encima del 5%, fueron la Comunidad, Andalucía y Murcia. Cataluña alcanzó un incremento del 4,6%, aunque sigue siendo la de más peso sobre el conjunto del Estado con una contribución al VAB estatal del 19%. La Comunidad aporta un 10,2.

El Arco representa un 44,2% de la economía española y un 45% del empleo, con un predominio de la industria y la agricultura y una fuerte concentración industrial en Cataluña, la Comunidad Valenciana y Murcia. En toda la zona se registró el año pasado una intensa actividad de la construcción, con gran protagonismo de la edificación residencial en la costa. Estos avances se descompensan, sin embargo, por un menor peso de los servicios. El norte del Arco, Barcelona, ejerce de motor de la economía catalana y tiene también ramificaciones en la industria y los servicios valencianos, según los autores del informe, Andrés Pedreño y Paloma Taltavull, de la Universidad de Alicante.

Además de Cataluña, que ejerce una macrocefalia de carácter industrial, se produce una segunda concentración productiva 'más equilibrada' en Valencia y un conjunto de zonas con clusters industriales y especialización turística, entre las que destaca la provincia de Alicante.

Los datos sobre ocupación 'ratifican', según los dos profesores, esta tendencia de mayor dinamismo productivo en la Comunidad y Murcia en todos los sectores, excepción hecha del agrícola, muy competitivos pero también muy dependientes del factor trabajo. Este hecho explica el actual ritmo de generación de empleo, aunque también esconde una mayor dependencia y sensibilidad a los cambios de renta y precios. 'Las diferencias en el crecimiento medio de estas dos regiones, así como su potencialidad expansiva, explican este mayor dinamismo como muestra de la forma habitual de convergencia en las regiones menos avanzadas.

Cataluña, especializada

Por el contrario, Cataluña cuenta con menor peso sobre el total del empleo, debido a la mayor especialización de su economía en actividades intensivas en capital y sus mejores niveles de productividad. Todo ello la convierte en la zona menos dependiente de los cambios económicos que experimentan sus mercados de destino.

Todas las comunidades autónomas que forman el Arco Mediterráneo presentan un elevado grado de internacionalización y apertura al exterior, con un ritmo exportador superior a la media estatal. Esta inercia se vio neutralizada el año pasado por el crecimiento espectacular de las importaciones, influidas por el encarecimiento de las materias primas y, sobre todo, el precio del petróleo. Sólo Barcelona y Girona aguantaron el tirón, según Funcas, y conservaron un mayor dinamismo exportador.

Capítulo aparte fue la evolución de la construcción por su extraordinario ritmo de crecimiento. Las estimaciones de Funcas evidencian una expansión de la construcción en todo el Arco, aunque la Comunidad Valenciana (11,2%), Murcia (10,7%), y Andalucía (12,1%) sobresalieron en la zona. La edificación residencial explican el boom. La construcción de infraestructuras en el Arco deja bastante que desear, sin embargo. 'No obstante, la aceleración de las obras en las comunidades de Valencia y Murcia durante el año pasado, es un paso adelante hacia la consolidación del Arco, aunque tras la década de los noventa, de inversión media negativa, las necesidades existentes requieren, sin dilación, el mantenimiento de estos flujos inversores', concluyen los autores del informe.

Las conclusiones del estudio sobre el dinamismo y la internacionalización del Arco a finales del siglo XX arrojan un recorte de las distancias, todavía existentes, entre las regiones que lo componen, con la inclusión de Andalucía como principal novedad. Las zonas más desarrolladas del Arco crecen, pero a inferior ritmo que las menos avanzadas del centro y sur, con grandes potencialidades de crecimiento, de acuerdo a este análisis. Así, la Comunidad Valenciana y Murcia se acercan a Cataluña, la más avanzada y contribuyen a un clima de integración territorial.