El 'best seller' de Sadam Husein
La CIA analiza una novela escrita supuestamente por el presidente de Irak
No hay nada mejor para entrar en la mente de un político que la lectura de su legado literario, si lo tiene. Por eso la CIA, a falta de buenos contactos en Irak por razones obvias, cree haber encontrado una puerta de entrada al pensamiento de Sadam Husein: los agentes examinan una novela anónima iraquí ante la posibilidad de que el autor no sea otro que el propio dictador.
Zabibah wal Malik (Zabibah y el Rey) tiene 160 páginas y se vende a 1.500 dinares (unas 200 pesetas) en Irak. Dado que la era actual es sensiblemente indigna para el espionaje de EE UU, agentes de la CIA saltaron de gozo cuando lograron localizar un ejemplar de la novela en una librería árabe de Londres. Aunque nadie está enteramente convencido de que Sadam sea el autor de la fábula, no cabe ninguna duda de que el libro está escrito siguiendo unas líneas argumentales que él mismo dictaría a sus escribanos. La hipótesis de que Husein sea el autor está amparada en un hecho revelador: no se publicó ninguna crítica negativa sobre la novela en los periódicos iraquíes. Todo lo contrario: la prensa se refiere al libro como una 'innovación en la historia de la literatura'. El libro, que es un éxito de ventas en Irak, aclara en la portada que fue escrito por 'su autor'. La editorial, como cabía imaginar, pertenece al Gobierno iraquí.
Según la investigación que la CIA ha desarrollado en los últimos tres meses, desvelada por The New York Times, la novela aporta detalles interesantes sobre la política interna de Irak, más aún si se tiene en cuenta lo que reconoce un agente al diario: 'Estamos avergonzados por lo poco que sabemos sobre lo que ocurre allí'.
El texto relata la relación entre un rey poderoso y una joven aldeana, la tal Zabibah. La referencia metafórica de ambos personajes es evidente desde el prólogo: Sadam Husein es el rey y Zabibah representa al pueblo iraquí. En la introducción se explica que la novela es producto del encargo formulado por Sadam a un grupo de escritores iraquíes. El presidente les pidió que redactaran novelas capaces de reflejar la realidad del país en todos sus detalles, desde la vida en los hogares 'a la experiencia de quienes están agachados y con un arma en la mano para resistir a la artillería enemiga'.
El libro narra cómo Zabibah es violada, en una referencia poco sutil a la invasión de EE UU durante la guerra del Golfo. Por si la inteligencia de algún lector no le permitía hacer esa analogía, Zabibah se muere un 17 de enero, el mismo día en el que comenzaron los bombardeos sobre Bagdad.
Para la CIA, lo más interesante en la novela es su contenido político. El rey descarta un proceso de apertura convencido de que conduciría al caos (quien pide la democratización se apellida casualmente igual que el líder de la oposición a Husein en el exilio), y llega a la conclusión de que su figura nunca podrá ser sustituida.
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