Savater pide que la educación aúne diversidad y universalidad

Diversidad y universalidad son dos ideas que deben mezclarse y equilibrarse. Esa debe ser la clave de la educación actual en una sociedad globalizada y en la que proliferan escuelas que son mosaicos étnicos. Sobre esta idea reflexionaron ayer el psicólogo Miguel Siguán, el filósofo Fernando Savater y el profesor de Antropología Ralph Grillo en el Instituto Universitario Ortega y Gasset, que organiza una serie de debates sobre la educación.

Todos coincidieron en que el modelo educativo debe buscar aquellos valores que unan a todos sean cuales sean las creencias, las costumbres, las ideologías, las culturas. 'Hay que reflexionar sobre cómo respetar las diferencias sin romper la cohesión. Los alumnos deben conocer los valores universales así como la interculturalidad', dijo Savater. El filósofo propuso además un marco democrático en el que se 'respete la pluralidad', pero en el que se conserven una serie de derechos 'que no pueden ser optativos porque constituyen la misma esencia de la democracia'. 'No es lo mismo el derecho a la diversidad que la diversidad de derechos. No podemos permitir escuelas que consagren principios distintos e incluso opuestos', afirmó Savater. El profesor Siguán coincidió con Savater en que 'la sociedad debe tener unas líneas en las que todo el mundo esté de acuerdo para construir la convivencia'.

Por último, el profesor de Antropología de la Universidad de Sussex Ralph Grillo concluyó, citando a Samuel Becket: 'Intenten y fracasen, vuelvan a intentar y vuelvan a fracasar, pero fracasen mejor'.