ETA asesina a un directivo de 'El Diario Vasco'
Siete tiros por la espalda acaban en San Sebastián con la vida de Santiago Oleaga
ETA volvió ayer de nuevo sus pistolas contra la prensa y cometió en San Sebastián su primer asesinato tras las elecciones vascas del 13 de mayo. La víctima fue Santiago Oleaga Elejabarrieta, de 54 años, casado y con dos hijos, director financiero del principal rotativo guipuzcoano, El Diario Vasco, perteneciente al Grupo Correo y objetivo tanto del comando Donosti como de los grupos que practican la kale borroka (violencia callejera). Este asesinato y el atentado de hace diez días contra el periodista Gorka Landaburu, que precisamente ayer recibió el alta, ratifican que los medios de comunicación se han convertido en blanco preferente de la banda terrorista.
Siete balas del calibre habitual de ETA, el 9 milímetros parabellum, disparadas por la espalda por dos terroristas segaron la vida de Oleaga a las 8.30. Tres disparos le impactaron en la cabeza, otros tantos en la espalda y uno más en el cuello. El alto cargo del rotativo, quien no llevaba escolta, acababa de descender de su coche, un Saab 9000, en el aparcamiento del Hospital de la Fundación Matía de San Sebastián, a donde acudía todas las mañanas laborables a la misma hora desde hace tres semanas para seguir una terapia de rehabilitación de una lesión en el hombro, secuela de su práctica como jugador de pelota.
Oleaga cayó de bruces sobre la hierba de un descampado, en el límite del aparcamiento. Todos los intentos de varios médicos del hospital por auxiliarle, incluida una ambulancia medicalizada, resultaron inútiles. Sólo pudieron certificar su defunción.
La expresión de pánico de la víctima que apreciaron algunos de los sanitarios que le atendieron permite deducir que fue totalmente consciente de que iban a matarle y trató de huir. Pese a ser uno de los altos directivos del principal y más acosado periódico de Guipúzcoa, Oleaga no había tomado medidas de seguridad, confiando, tal vez, en que su dedicación al área financiera le preservaba de la amenaza.
La ubicación del aparcamiento, aislado del resto de edificaciones del hospital y con salida en dos direcciones opuestas, evitó la presencia a esa hora de numerosos testigos, además de facilitar la huida de los miembros del comando. Los análisis preliminares de los expertos en balística de la Ertzaintza aclararon por la tarde que el crimen fue cometido por dos pistoleros, uno de los cuales disparó cuatro veces y el otro, las tres restantes.
Los dos asesinos huyeron junto a una tercera persona que cubría su retirada en un Renault 5 blanco con matrícula falsa, robado el pasado domingo en el barrio de Eguia de San Sebastián. Apenas una hora después del crimen, el coche fue explosionado junto al número 3 del Paseo de Lanberri, en el barrio de Puio, distante cerca de un kilómetro del lugar del crimen. Los criminales utilizaron una bomba con medio kilo de explosivo y un recipiente con disolvente para quemar por completo el coche y evitar que quedasen sus huellas.
El asesinato del directivo de El Diario Vasco produjo una gran conmoción en la capital guipuzcoana. Al lugar de los hechos se desplazaron el diputado general de Guipúzcoa, el peneuvista Román Sudupe, concejales, compañeros y directivos del periódico y del Grupo Correo. El portavoz del Gobierno vasco en funciones, Josu Jon Imaz, precedió al lehendakari, Juan José Ibarretxe, que se desplazó hasta San Sebastián donde anunció, con inusual firmeza, que los atentados de ETA tendrán una 'respuesta política contundente' apoyada en la unidad de los partidos. El cadáver de Oleaga será incinerado esta mañana en San Sebastián. A las 19.30 se celebrará el funeral y una hora después, la manifestación que secundarán todos los partidos democráticos.
Desde la ruptura de la tregua, ETA ha asesinado a 31 personas, ocho durante en este año.
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