EE UU arranca a Sharon y Arafat un compromiso mínimo para negociar

Con este pacto para 'trabajar en favor de la aplicación del informe Mitchell', Estados Unidos trataba ayer de recobrar la iniciativa y la esperanza de encontrar una solución pacífica al conflicto, dejando en un segundo plano las últimas declaraciones y maniobras de Sharon, que ofreció y pidió públicamente a los palestinos un alto el fuego, pero olvidó definirse con respecto a una de sus principales obligaciones: la congelación de los asentamientos.

La reactivación de la ofensiva diplomática de la Casa Blanca está siendo secundada por la ONU, pero muy especialmente por la Unión Europea, que, a través de su emisario, Javier Solana, intentó convencer a Ariel Sharon de que 'el informe Mitchell debe aplicarse en su totalidad', aunque 'puede hacerse de manera escalonada'. Sharon y Solana tuvieron ayer una larga conversación en Jerusalén para tratar la situación, después de que el coordinador de la diplomacia europea se reuniera con Simón Peres. Arafat declaró durante su visita a París que está a favor de 'un retorno a la mesa de negociaciones lo más rápido posible'.

Mientras, se diluía en la nada, de la misma manera que había nacido, el alto al fuego unilateral decretado por el Ejército de Israel para favorecer el diálogo. La fórmula israelí de anunciar la congelación de la ofensiva militar contra Yasir Arafat se mostró tan inconsistente y frágil como las otras siete iniciativas de alto el fuego pactadas meses atrás entre Yasir Arafat y el anterior Gobierno de Ehud Barak para poner fin a la Intifada. El único mérito de esta nueva iniciativa es que es la primera que ha propuesto el general Sharon desde su llegada al poder hace tres meses.

En el momento en que los tanques bombardeaban una comisaría palestina y los blindados invadían territorio autónomo, los portavoces de Yasir Arafat aseguraban desde Gaza y Cisjordania que 'el alto al fuego de Sharon es una superchería'. Y los activistas palestinos disparaban contra los colonos que circulaban por las carreteras, matando a uno de ellos. 'El alto el fuego llegará. No es cuestión de uno ni de dos días. Hay que trabajar en ello', concluyó Solana. 'Pueden estar seguros de que los países europeos harán todo lo posible para que la paz vaya hacia delante'.