Las discrepancias entre Martín Villa y Rato

Rodolfo Martín Villa y Rodrigo Rato, compañeros en el PP durante tanto tiempo, tuvieron ayer un enfrentamiento cordial, aunque tajante, por los distitnos puntos de vista que tienen, uno y otro, sobre el sector eléctrico. El veterano político, ahora empresario, le reclamó que suprimiera las limitaciones normativas que el Gobierno impuso en junio de 2000 dentro de paquete de medidas liberalizadoras con el objeto de poder hacer más inversiones en generación y aumentar así su capacidad. Rato, que intervino una hora después, rechazó de plano la propuesta. Parece que el Ejecutivo aguanta el envite eléctrico.

Las medidas citadas impiden a las eléctricas superar el 40% del mercado de generación. La medida afecta a Endesa, que controla un 42% del mercado, que no puede crecer en cuota de generación durante cinco años, y a Iberdrola, segunda compañía, que no puede aumentar en tres años.

Según Martín Villa, eso redundaría en mayores inversiones de las empresas y en servicio al cliente en cantidad y en calidad. Pidió un sistema de fijación de tarifas 'adecuado y en función de criterios objetivos, que contribuya a aportar certidumbre necesaria para ejecutar inversiones'.

'Un desmesurado descuido hacia las políticas estructurales del sector podría conducir a problemas de calidad de suministro por falta de inversiones necesarias, como los que se dan en otras partes del mundo', añadió. Endesa estaría dispuesta, subrayó, a hacer más esfuerzos para instalar más potencia; pero lo condicionó a que se levanten las limitaciones citadas. Luego recalcó que el precio de la electricidad es igual al de 1990 y que el del petróleo (que incide en la generación eléctrica en Baleares, Canarias y Ceuta) ha subido desde entonces el 20%.

Martín Villa, al ser preguntado por el riesgo de que se produzcan apagones en España como en California, contestó que 'es moderado si todos hacemos los deberes'. No olvidó que estaba en un foro sobre competencia y respetó que se tomen medidas en defensa de los ciudadanos. Pero deben complementarse: 'Si bien una defensa de la competencia es inexcusable, tampoco se pueden abandonar las políticas industriales'. Por ello, propuso un equilibrio entre 'tarifas razonables' que permitan remunerar las inversiones y defender al consumidor.

Rodrigo Rato le contestó: 'Como responsable de una compañía eléctrica me parece bien su petición, pero con el 3% del mercado eléctrico español en manos de firmas extranjeras, controlar una empresa el 40% en el apartado de generación es suficiente'.