Los expertos alertan de la falta de objetivos educativos ante las tecnologías
La gran prioridad de la educación actual en relación con las nuevas tecnologías es definir de forma realista los objetivos de la educación para dentro de una o dos décadas. En esta afirmación coincidieron los expertos en nuevas tecnologías aplicadas a la educación que participaron ayer en el seminario ¿Qué podemos esperar de las tecnologías de la información? organizado por la Fundación Santillana.
Según estos expertos, hay una falta de definición en los planteamientos sobre el uso de las nuevas tecnologías en la educación y los primeros pasos deben ser identificar los obstáculos con los que se encuentran los centros docentes y definir qué tipo de educación se quiere implantar.
El catedrático de la Universidad Autónoma de Barcelona César Coll cree que se está dando por sentado que la introducción de las nuevas tecnologías en la educación implicará un cambio metodológico en la forma de enseñar y de aprender, cuando la realidad es mucho más compleja. Coll explicó que el interés de las nuevas tecnologías no es sólo su potencialidad sino intentar comprender qué funcionalidad añaden como herramientas psicológicas cuando un profesor o un alumno se enfrenta a la enseñanza.
La catedrática de la Universidad de Bristol Angela McFarlane resaltó los problemas pedagógicos que se pueden derivar de las diferencias en el uso de las tecnologías por parte de los alumnos en su casa y en la clases.
El especialista en juegos de ordenador y editor digital José Antonio Millán resaltó las habilidades que los juegos por ordenador desarrollan, en contra de lo que generalmente se cree.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.