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AGENDA

Horror doméstico

¿Qué hace una pila para lavarse las manos inutilizada por un vidrio en la sala de exposiciones del serio Instituto Francés de Barcelona? ¿Y un pozo de agua construido con neumáticos y cuyo cubo ha sido convertido en una maceta? ¿Y una mesa de comedor que esconde un laberinto donde moran dos ratones asustados? ¿Y una vitrina construida con la ventana de una buhardilla que parece del París del barón Haussmann acompañando a un salón 'de negociación' burgués construido con los tristes derelictos de un terremoto o de una explosión de gas?

La firma de todas estas trabucaciones de los ámbitos más cotidianos es Rajdar Coll-Part. Y Coll-Part es un artista francés de edad incierta, o un simple provocador, que hunde las raíces de su obra en el dadaísmo. Su obra se exhibe en La Galerie del Instituto Francés en el contexto de la bienal Primavera del Disseny 2001 hasta el próximo sábado, día 26 de mayo.

Aunque ¡Qué horror!, explícito título con que se ha bautizado la exposición, es pequeña, merece una visita. En ella, todo está del revés y el archiaclamado buen gusto francés, puesto en cuestión con una fuerte dosis de mala leche, pero siempre con un saludable sentido del humor. Más ejemplos de todo ello: la lámpara que acaba convirtiéndose en soporte para una mesa, las sillas construidas a partir de un entramado de muletas, la maciza pared reducida a un simple biombo y el oasis de palmeras que crecen sobre un tronco de transistorios playeros, popularmente conocidos como loros.-

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