El hospital Puerta de Hierro recurre el cierre y asegura que ha subsanado sus deficiencias

Más de la mitad de las deficiencias en seguridad que fundamentan la orden de cierre del hospital Clínica Puerta de Hierro (emitida por la Junta Municipal de Moncloa el pasado 3 de abril), ya han sido subsanadas a lo largo de los últimos años. Así consta en el recurso presentado por la dirección del hospital contra el cierre del mismo y que deberá ser contestado por el Ayuntamiento en los próximos 60 días.

El recurso alega, además, que el cierre del Puerta de Hierro causaría 'un daño socio-sanitario innecesario y desproporcionado [...] muy superior al que pueda comportar el normal funcionamiento del hospital con las condiciones de protección existentes'.

El Puerta de Hierro es el hospital de referencia del área sanitaria 6 de la región, que atiende a 450.000 madrileños. Su difícil acceso, rodeado de calles estrechas, y las deficiencias en su construcción hicieron que se decidiera la construcción de un nuevo hospital en Majadahonda, cuyas obras aún no han comenzado.

'No entendemos la actitud del Ayuntamiento. Desde 1992 estamos solucionado estas deficiencias y tenemos previsto un plan para solventar las que quedan. Además, le hemos pedido que priorice las actuaciones y remitido información de todo ello', explica un responsable del centro.

La concejal responsable de Protección Civil, María Tardón, niega este extremo. 'Las decisiones municipales se toman a partir de informes técnicos redactados por inspectores. Éstos no recogen que las deficiencias del centro hayan sido subsanadas', dice.

Vigas ignífugas

La deficiente seguridad del Puerta de Hierro fue denunciada por el municipio por primera vez en 1992. 'Se detectaron 64 deficiencias. Pero, desde entonces, la actitud de los inspectores del Ayuntamiento ha sido más de coacción que de cooperación', opina Gabriel España, secretario de Sanidad de UGT. 'Lo incomprensible es que la actitud de unos inspectores encuentre eco en los responsables municipales', se queja el equipo directivo del hospital.

Muchas de las deficiencias denunciadas en el acta de 1992 se referían a los sistemas de prevención de incendios (instalación de alarmas, salidas de emergencia o extintores), ya reparados según el hospital. Otras, como la existencia de vigas no resistentes al fuego, 'necesitan la cooperación del centro con las autoridades para lograr una seguridad adecuada. La alternativa es, simplemente, construir el hospital de nuevo', señala un responsable.

El cruce de escritos por este tema ha sido constante desde entonces entre el Consistorio y el hospital. El último capítulo es el recurso contra el cierre del hospital presentado por la dirección. Mientras, Gabriel España, de UGT, denuncia que 'la desorientación creada en los 3.000 profesionales del centro puede repercutir en la alta calidad de atención que los pacientes reciben ahora'.