Boadilla aprueba una revisión del Plan General para permitir la ciudad bancaria
El Ayuntamiento pretende que el BSCH construya sobre 279 hectáreas
El pleno del Ayuntamiento de Boadilla del Monte dio ayer luz verde a una revisión del Plan General de Ordenación Urbana -aprobado por la corporación el pasado 28 de septiembre y que todavía no había entrado en vigor- para permitir al BSCH construir una ciudad financiera en su término municipal. El equipo de gobierno (populares e independientes) pretendía recalificar las 279 hectáreas que necesita el banco (diez veces el casco urbano) con una modificación puntual, pero la Comunidad se lo impidió.
La Comisión de Urbanismo de la Comunidad de Madrid rechazó este procedimiento el 4 de abril y exigió, por la envergadura de los cambios que se producirían en el pueblo, una revisión del Plan General del municipio. En ese momento, Boadilla había aprobado un ordenamiento urbanístico nuevo que incluso había superado la fase de alegaciones.
Ahora el Ayuntamiento no tiene más remedio que repetir el proceso. Ayer dio el primer paso: dio el visto bueno a la revisión y a continuación abrirá, una vez más, el periodo de información pública para presentación de alegaciones. Finalmente, la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes de la Comunidad recibirá la documentación, la estudiará e informará sobre ella. El alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, admite que, siendo optimistas, el plan no estará listo hasta septiembre u octubre. Desde el equipo de gobierno también se ha barajado el mes de julio como fecha de aprobación, pero el primer edil confirma que el procedimiento legal llevará más tiempo.
El alcalde mantiene que, una vez solventadas todas las dificultades, el BSCH 'podrá empezar a poner los primeros ladrillos' de su ciudad financiera en los primeros meses del año que viene. El municipio no quiere perder lo que el PP considera una oportunidad de oro para Boadilla. El BSCH tiene previsto invertir en el macroproyecto más de 35.000 millones de pesetas -sólo en la primera fase-, además de crear 7.000 nuevos empleos directos y muchos otros indirectos.
Pero la construcción de este campus significa modificar un área de 279 hectáreas en el sur de Boadilla, entre la M-50, el barrio de Campamento y la M-501. De estos metros cuadrados, 216.000 se convertirían en suelo urbanizable para levantar más de 390.000 metros cuadrados de oficinas. Además de trasladar las oficinas centrales a este entorno, el complejo contará con campos de deportes, de ocio y zonas verdes.
González se muestra optimista y piensa que el parón en la aprobación definitiva del Plan General tiene sus ventajas. 'Lo importante es que estamos aprobando un plan que, además de la ciudad del BSCH, contempla un metro ligero, mejoras de la M-50 con las vías más deprimidas, pantallas vegetales y más pasos entre las zonas de la localidad que pudieran quedar separadas', explica el alcalde.
Informes desfavorables
Los servicios jurídicos de la Consejería de Obras Públicas realizaron el pasado abril un informe en el que se analizaban los pros y los contras del proyecto de recalificación de las 279 hectáreas del campus de BSCH. Sin embargo, las conclusiones fueron muy diferentes a las que esperaba el gobierno municipal. Para los servicios jurídicos la propuesta planteaba unos objetivos que constituían la adopción de nuevos criterios urbanísticos y una intensidad de ocupación diferentes a los que se contemplaban en el plan general que se cambiaba. El informe concluía que la modificación debería ser considerada como una revisión del planeamiento general. Incumplía la normativa del municipio fuera cual fuera el plan que se contemplara.
En Boadilla sigue estando en vigor un plan general de 1977. Se intentó revisar en el año 1991, pero fue recurrido y anulado por sentencia judicial. Todos estos motivos llevaron finalmente a la consejería que dirige Luis Eduardo Cortés a informar desfavorablemente la modificación, y obligaron a Boadilla a retrasar todo el proyecto.
Aumento de edificabilidad
La portavoz del grupo municipal socialista en Boadilla, Carmen Gómez, aprueba el aterrizaje en la localidad del BSCH, pero siempre que esté claro lo que pretende hacer. Además, considera que con la revisión del plan se ha aprovechado para incrementar la edificabilidad, porque el Ayuntamiento ha firmado convenios con particulares a los que se les va a permitir construir por encima de lo establecido en principio. 'Con las nuevas normas se pasa de una edificabilidad de 6 a 15 viviendas por hectárea en casas unifamiliares; en cuanto a los bloques, se llega a 30 por hectárea', dice la edil socialista. Gómez considera inaceptable este volumen de edificación y asegura que 'Boadilla llegará a superar las 30.000 viviendas y tendrá una densidad de alrededor de 100.000 habitantes'.
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