El PP quiere que Mayor se vuelque en Euskadi para evitar una desbandada de sus concejales
Aznar envía un telegrama de enhorabuena a Ibarretxe y busca restablecer la relación institucional
El Gobierno, por su parte, dirigió ayer un mensaje de distensión y de apertura de un proceso de normalización institucional al lehendakari en funciones, Juan José Ibarretxe, tras los resultados electorales del 13 de mayo. El primer gesto de distensión de José María Aznar, tras reunirse con sus colaboradores en La Moncloa en la mañana de ayer, fue enviar un telegrama de felicitación a Ibarretxe, con quien no se reúne desde hace un año. No obstante, Aznar condiciona la normalización institucional a los pasos que siga Ibarretxe en la formación de su Gobierno, empezando por el compromiso de no pactar con HB.
En la reunión de Aznar con sus colaboradores más próximos -entre los que se encontraban el ministro portavoz, Pío Cabanillas, y el secretario general de la Presidencia, Javier Zarzalejos- la conclusión alcanzada fue que el alza inesperada del PNV y el estancamiento del PP fue más un problema de 'tono' que de contenido. El Gobierno sigue creyendo que es válida la apuesta que hizo por la defensa de la Constitución y el Estatuto en la etapa de tregua de ETA y en la pasada campaña electoral. No obstante, el 'tono' de la campaña, admiten, ha movilizado el voto nacionalista. 'No hay un sólo nacionalista que no haya votado', reconocían ayer en La Moncloa.
Comité Ejecutivo con Aznar
El Comité Ejecutivo Nacional del PP, presidido por Aznar, hará hoy su primer análisis de lo sucedido en Euskadi. Estará presente Jaime Mayor, que es vicesecretario general del partido. Nadie cuenta en el PP con que en ese foro se produzcan reflexiones autocríticas. Esa forma de abordar los resultados electorales sí está instalada en algunos relevantes dirigentes del Partido Popular y seguramente se irá transmitiendo en encuentros más privados. Sobre todo por discrepar del modo, la forma, el tono y el ritmo con que se ha presentado la alternativa del PP, como si se viviese en campaña desde hace dos años.
Los dirigentes populares consultados por este periódico coinciden en reafirmar que el mensaje de fondo del PP y de Mayor en estas elecciones -las críticas a la deriva soberanista de los nacionalistas y la validez del marco constitucional y estatutario- era válido. No cuajó ni la imagen pretendidamente institucional con que se quiso revestir a Mayor a última hora -'seguía apareciendo como el ministro del Interior y como muy buen candidato para el resto de España, pero no para Euskadi'- ni se creyó en la posibilidad real de que PP y PSE pudieran forzar un cambio.
'Se ha votado contra el cambio, porque seguimos dando miedo; porque ETA se podría radicalizar contra nosotros, y para darle la última oportunidad a Ibarretxe', concluyen algunas fuentes.
El PP revisará toda su estrategia sobre Euskadi y respecto al PNV. Todos los dirigentes consultados indicaban que el deber obligará a Mayor a permanecer en Euskadi. El candidato recibió ayer numerosas llamadas de apoyo y adhesión, pero es él quien mejor sabe hasta qué punto ha implicado a numerosas personas en su proyecto como para irse ahora del País Vasco.
En el PP dan por seguro que aguantará y se dedicará a partir de ahora a ejercer otra tipo de oposición, de manera más pausada y centrada en la vigilancia de la labor del Ejecutivo: 'Si quiere montar una alternativa seria para el futuro tiene que lograr que en Euskadi se le considere por más méritos que su lucha frente al terrorismo'.
Mayor se ocupó ayer de confirmar estas impresiones en sus declaraciones a los periodistas, y por la tarde ratificó a la dirección del Partido Popular que se quedará a trabajar como diputado en el Parlamento vasco. El PP, de momento, descarta que Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz ocupen la plaza de senador por designación autonómica que le corresponde al PP en la Cámara vasca.
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