Vecinos de Barcelona piden que se pare la instalación de antenas de telefonía móvil
Plataformas de 22 barrios temen por su salud
Algunos de ellos, como Oriol Badell, que se ha visto obligado a cambiar de domicilio, se reunieron ayer en la sede de la Federación de Asociaciones de vecinos. Un grupo de familias que viven cerca del hotel Rialto, en el Barri Gòtic, dicen haber constatado que se depiertan de madrugada a la misma hora y que sufren náuseas y desajustes intestinales, lo que atribuyen a las antenas que despuntan en el hotel. Las personas que llevan marcapasos dicen acusar especialmente los efectos de las ondas electromagnéticas.
Tras llamar por separado a todas las ventanillas de la Administración sin obtener resultados, los vecinos han decidido coordinarse para pedir al Ayuntamiento que no dé más licencias hasta que exista una normativa que garantice que no hay peligro para la salud. Además instan a la Generalitat a que elabore con urgencia un reglamento que regule su instalación y proteja la salud pública, en la línea de la legislación que ya aplican algunos países europeos.
En la reunión que celebraron el pasado día 9 una cincuentena de barceloneses de 22 barrios se puso de relieve un alto nivel de coincidencia entre ellos, no sólo en los síntomas que sufren, que no dudan en atribuir a la cercanía de antenas, sino también en los planteamientos que reclaman de la Administración para que prevalezca la salud pública sobre la necesidad del uso de un instrumento cuya inocuidad les plantea dudas aunque no cuestionen su utilidad . El presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Manel Andreu, manifestó ayer: 'No pretendemos suplantar a los expertos ni a los científicos, pero creemos que [las antenas] nos perjudican'.
Los vecinos cifran en unas 2.000 las antenas instaladas en los tejados de Barcelona.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.