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COMUNICACIÓN

Las televisiones digitales terrestres piden al Gobierno un adelanto del 'apagón analógico'

Los consorcios liderados por 'Abc' y 'El Mundo' ultiman los contratos de adjudicación

Rosario G. Gómez

Junto al Reino Unido y Suecia, España es uno de los pocos países de la Unión Europea que ha puesto en marcha las emisiones de televisión digital terrestre en abierto (TDT). La prisa del Gobierno por implantar este sistema -que ni siquiera está desarrollado en Estados Unidos- y por abrir el espectro radioléctrico a nuevos operadores ha conducido a concesiones a la carta y a situaciones insólitas.

En la Comunidad de Madrid emiten desde hace meses de manera casi clandestina dos cadenas digitales en abierto. Una de ellas es La Otra, la oferta cultural de Telemadrid. La segunda es Onda 6, liderada por Prensa Española (editora de Abc). A diferencia de lo que ocurrió con el paso del blanco y negro al color, las emisiones digitales no se reciben en los televisores convencionales. Este factor frena en seco las posibilidades de estos canales de llegar al público y, por tanto, de desarrollar su plan de negocio.

Para recibir esas programaciones es necesario disponer de televisores digitales (inexistentes en el mercado) o incorporar un conversor a los receptores convencionales (que tampoco están comercializados). Onda 6 ha optado por una tercera vía: emitir a través de Telemadroño, un antiguo canal local madrileño. La televisión vinculada a Abc obtuvo una licencia para emitir en digital, pero lo cierto es que también difunde su señal en analógico.

Los consorcios Net TV (abanderado por Abc y Pantalla Digital) y Veo TV (El Mundo-Recoletos) tendrán cobertura nacional. Para hoy está prevista la formalización de los contratos que les permitirán explotar sus licencias durante diez años, un plazo renovable por periodos iguales. Dispondrán del ancho de banda para proveer servicios de TDT en abierto o de servicios digitales adicionales, una oferta mucho más amplia que la de las cadenas analógicas. Deberán comenzar las emisiones a mediados de 2002, un año más tarde de lo que inicialmente preveían. Con este retraso evitarán quemar recursos para lanzar al aire una programación que nadie puede ver.

En la primavera de 2002 también se estrenarán las emisiones digitales de Antena 3, Tele 5 y Canal +. Ésta fue una de las condiciones que puso el Gobierno a los tres operadores para la renovación de sus licencias. Con esta obligación, el Ejecutivo ha abierto hueco en el congestionado espectro radioléctrico para conceder sendas licencias a Net TV y Veo TV. Pese a que la fecha tope para emitir en analógico es finales de 2011, la intención del Ministerio de Ciencia y Tecnología es fomentar 'una migración ordenada' al nuevo sistema en el menor plazo de tiempo posible. El departamento que dirige Anna Birulés confía en que los operadores vayan dejando libre 'cuanto antes' el espacio radioeléctrico para poder reordenar así las emisiones de televisión, según fuentes ministeriales.

De hecho, el Gobierno está recabando las demandas de las distintas comunidades autónomas para diseñar el mapa de televisiones locales, que se concederán ya en ámbito digital. Esta reordenación del espectro permitiría ampliar el abanico de concesiones a la medida de los planes del Gobierno. En el concurso resuelto por el Consejo de Ministros en noviembre de 2000 quedó fuera el consorcio abanderado por La Vanguardia y Planeta. Este grupo no ha ocultado su confianza en que podrá disponer en breve de una licencia de televisión digital terrestre.

Con este abanico de regulaciones, el Ejecutivo pretende que los usuarios vayan familiarizándose poco a poco con las emisiones digitales y, de paso, fabricar un escenario favorable a los nuevos operadores. El plan de negocio de los consorcios Net TV y Veo TV mejoraría notablemente si se adelantan los plazos de transición de una tecnología a otra.

Los nuevos operadores compartirán un canal múltiple con Quiero, plataforma de 14 programas que ocupa tres múltiples y medio. El medio que queda libre se lo repartirán Veo TV y Net TV. Fuentes de estas corporaciones explican que esa capacidad es 'insuficiente' para difundir programas convencionales y, además, servicios interactivos. De ahí que los responsables de ambos grupos se esfuercen en pedir a la Administración mayor ancho de banda.

También están pendientes del modelo de descodificador que se empleará para la prestación de los servicios interactivos. Ciencia y Tecnología no impondrá una norma única, según fuentes de ese departamento.

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