Un mínimo exigible
Lo menos que podemos exigir a una ministra de Cultura es eso, que demuestre tener cultura, o, al menos, que no demuestre desconocer lo que casi todo el mundo sabe, sobre todo los que han cumplido ya los cincuenta y han vivido en cualquiera de las comunidades gallega, catalana o vasca. Aún recuerdo perfectamente a aquella policía franquista (popularmente conocidos como 'los grises') o a aquella pareja rural de la Guardia Civil que cuando oían a alguien hablar en catalán, euskera o gallego le decían textualmente: 'Habla cristiano o te doy dos hostias'.
Señora ministra, usted, como todo el mundo, puede equivocarse. Lo que no debe hacer es insistir en el error, sobre todo cuando hoy somos legión los que podemos decirle que el castellano, al menos entre 1939 y 1975, sí fue impuesto porque sí. ¿Acaso usted no se acuerda? Pues infórmese, que para eso están los datos.
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