Los ediles de CiU en Alp acusan a la Generalitat de encubrir irregularidades

El jefe de la oposición de Convergència i Unió (CiU) en Alp, Joan Llopart, recuerda a aquel personaje de un cuento de Pere Calders que una mañana sale a la calle y descubre que no está. Llopart mantiene que el Ayuntamiento de la localidad, encabezado por el independiente Josep Tajà, ha cobrado una subvención para la urbanización de una calle que no ha sido ejecutada en su mayor parte.

Las obras estaban presupuestadas en casi 14 millones de pesetas, la mitad de los cuales fueron aportados vía subvención por el Consejo Comarcal. El portavoz de CiU echa en falta aceras, una rotonda, puntos de luz, riego por aspersión para la zona ajardinada, mobiliario urbano y otras mejoras propias de una obra acabada.

Josep Tajà asegura que no hay irregularidad alguna y que si faltan algún trozo de acera y otros elementos es porque se utilizaron en otra calle. 'Las modificaciones fueron aprobadas, todo está correcto y además la Generalitat nos ha dado la razón', sentencia.

Es precisamente la actitud de la Generalitat lo que más molesta al grupo de CiU en la localidad. 'El Consejo Comarcal y la Delegación de la Generalitat de Girona han sido, como mínimo, engañados', aseguran. Aunque el informe del arquitecto municipal y otros dos aportados por el Consejo Comarcal, después de la denuncia de irregularidades, no han detectado anomalías en la obra, el grupo de CiU, la única oposición en el consistorio, sigue convencido de que les falta calle.

La última iniciativa de una cruzada que se remonta al año 1995, fecha del proyecto de urbanización de la calle de Oriente, ha sido levantar acta notarial de las supuestas anomalías y amenazar con una demanda judicial. 'Si el caso no se aclara desde nuestro partido ni desde la propia Generalitat, no tenemos otro remedio que acudir a los tribunales', afirma Llopart.

El líder de CiU en Alp se muestra muy resentido con la actitud de su partido y recuerda que en una reunión de cuadros convergentes le advirtieron de que no se enfadara si desde el Gobierno de la Generalitat se tenía 'mayor trato con cargos de fuera del partido que con afiliados en la oposición'.