El 21% de los afectados de incontinencia la vive en secreto
Un análisis epidemiológico que acaba de presentar el Centro de Estudios sobre la Incontinencia (Cein), perteneciente a la Asociación Española de Urología (AEU), revela que de los más de dos millones de españoles afectados por incontinencia urinaria, casi una cuarta parte (21%) reconoce que vive su enfermedad como algo vergonzoso y sin compartirlo con sus familiares más cercanos.
El principal objetivo de este trabajo, según el urólogo Miguel Ángel Jiménez Cidre, director del Cein, es conocer con precisión 'cómo afecta este problema a la calidad de vida de los pacientes, un aspecto muy poco considerado hasta ahora en España'.
Los resultados del estudio, realizado sobre una muestra de 300 pacientes en residencias geriátricas y centros de salud de todo el territorio español, evidencian que la incontinencia urinaria es un gran problema social para los afectados. En torno al 90% confiesa sentirse mal consigo mismo y más de un 70% afirma que la soledad, la pérdida de autoestima y el absentismo laboral son algunas de las consecuencias de este problema.
'La calidad de vida', dice Jiménez Cidre, 'se ve afectada en áreas tan diversas como el sueño, que se altera por la necesidad de levantarse al baño varias veces durante la noche, o las relaciones sexuales, que a menudo son evitadas por temor a las pérdidas de orina durante esa relación'.
La mayoría de los afectados admite ignorar la causa real de su problema y más de la mitad considera la edad como el principal desencadenante del proceso de incontinencia, por lo que aceptan las pérdidas de orina como algo con lo que resignadamente tienen que vivir, sobre todo, al toser, reír o escuchar caer el agua o la lluvia.
Angustiados y deprimidos
Según Jiménez Cidre, este trabajo también revela que el 65% de los pacientes sufre la enfermedad angustiado y deprimido, en un 80% las pérdidas se producen inesperadamente en cualquier momento y un 78% afirma tener escapes de orina a diario, aspecto que repercute en necesidades tan básicas como la ingesta de líquidos.
Para la paciente Rosa Aguilar, el estudio refleja una realidad muy compartida por estas personas en cuanto a la afectación de la autoestima y de la calidad de vida en general. 'Los propios pacientes, ayudados por nuestros médicos, debemos aprender a vivir con este problema con naturalidad, como otros tantos de salud que no resultan vergonzosos. Porque además debemos tener muy claro que no es patrimonio exclusivo de los ancianos, que las causas son múltiples, y que hay diferentes tipos de tratamientos que, si no curan, sí mejoran sensiblemente la enfermedad'.
El Cein tiene un teléfono de información: 900 501 227.
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