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El alcalde de Cassà, que aceptó el paso de la línea de Enher, deja Esquerra pero se niega a abandonar el cargo

La línea eléctrica de las Gavarres se abre camino en Cassà de la Selva -uno de los dos municipios en los que Enher tenía paralizadas las obras-como un elefante en una cristalería. Entre los estropicios que ha causado el reciente pacto entre Antoni Baulida, hasta ahora alcalde bajo las siglas de Esquerra Republicana (ERC), y la compañía Enher, secundado por uno de sus ediles y los grupos de CiU y PSC, cabe contar la ruptura de la mayoría republicana en la población. Mientras que Baulida ha presentado su renuncia como militante de ERC y no tiene intención de abandonar el cargo, el partido le acusa de transfuguismo ante un nuevo panorama municipal en el que debe pactar obligatoriamente con PSC y CiU para continuar su labor de gobierno. Los cinco ediles de ERC que se opusieron al pacto, que permitirá el paso de la línea de alta tensión, mantienen que Baulida ha traicionado a sus electores, puesto que el programa electoral de los republicanos hizo bandera de la oposición a Enher.

ERC no desea plantear una moción de censura. Baulida ya ha iniciado conversaciones para intentar rehacer el gobierno municipal con la ayuda de PSC, CiU y los dos concejales republicanos que le han apoyado.

El convenio con Enher aprobado hace 15 días en un tenso pleno municipal, durante el cual algunos vecinos reclamaron una consulta popular, ya expresó la nueva mayoría que desde ahora puede regir los destinos de Cassà. Desde la cúpula de ERC, que evitó expulsar a Baulida del partido, se ha criticado con dureza el papel del PSC en Cassà de la Selva. Joan Puigcercós, diputado en el Congreso por ERC, asegura que los socialistas han cambiado de opinión respecto a la línea de Enher. Algunos de los miembros de la lista socialista de las pasadas elecciones locales se consideran también traicionados por sus representantes municipales. Puigcercós mantiene que mientras que el anterior primer secretario del PSC en Girona, Manel Nadal, se peleaba por encabezar las manifestaciones anti-línea, su sucesora, Marina Geli, se ha convertido en una auténtica defensora de Enher.

El acercamiento entre Baulida y el partido socialista supondría, según los republicanos, un caso flagrante de transfuguismo que vulneraría el pacto estatal firmado por todos los partidos del arco parlamentario.

ERC mantiene que las contrapartidas que han motivado el pacto con Enher -el desplazamiento de tres torres e inversiones eléctricas en la zona urbana- son de escaso calado comparándolas con antiguas ofertas de la compañía que no fueron aceptadas.

La sección local de ERC y la práctica totalidad de la candidatura en las pasadas elecciones presentaron el pasado sábado un documento en el que se denuncia que Baulida no cree en el programa de gobierno por el que se presentó. El texto acusa al alcalde de 'patrimonialización' de la alcaldía y menosprecio de la democracia interna y la participación ciudadana.

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