Nadie castiga los errores del Madrid

Sólo uno de los cinco primeros de la Liga -el Valencia- hizo los deberes en una jornada que pone más cerca al Madrid del título. Y eso que salió vapuleado de Balaídos, donde el Celta aprovechó el deficiente estado del líder, que anda con la cabeza en el partido de Múnich. También le falta juego y gasolina. Pero nadie aprovecha su frenazo: todos le han dado como campeón hace tiempo.

Al Deportivo sólo le dio para sacar un empate en Vallecas. A falta de cinco jornadas, está colocado a ocho puntos del Madrid, distancia que parece insalvable y que habla del final de campeonato menos emotivo de los últimos años. En la cabeza de la clasificación sólo hay verdadera lucha por la cuarta posición, litigio que afecta al Mallorca y al Barça. El Mallorca observó de cerca las dificultades que supone enfrentarse a cualquiera de los equipos que pugnan por salir del agujero. Perdió ante Osasuna, que no desfallece. Su último acelerón tiene doble mérito: no sólo ha ganado siete puntos de los últimos nueve disputados, sino que lo ha hecho frente al Barça, Real Madrid y Mallorca.

Osasuna ha actuado de manera ejemplar durante su largo sacrificio en el campeonato. Lejos de flaquear y enredarse con cambios de entrenadores, ha mantenido a Lotina, protegido por el club en todo momento, lo que habla de cordura en estos tiempos insensatos. Como el club ha sido una roca, el equipo ha afrontado el tramo más duro de la Liga en las mejores condiciones posibles. Los resultados comienzan a verse en estas jornadas. Osasuna sigue amenazado, pero cada vez parece más firme en la batalla que mantiene frente a Numancia, Racing, Real Sociedad y Valladolid, que tiene el agua al cuello.

El Oviedo salió del apuro con una goleada al Athletic, satisfecho con su salvación. Así están las cosas en un equipo que no sabe cuál es su papel en el fútbol. Por ahora sólo se sabe que está traicionando a su historia. Su descenso en la escala es cada vez más evidente. El Athletic ofrece todos los síntomas de los equipos que tarde o temprano se enfrentarán a la realidad del descenso. Le ocurrió al Atlético y también al Betis. No escucharon el tantán y se fueron a Segunda, donde ahora hay más que palabras para garantizarse un puesto de ascenso. Los resultados de ayer beneficiaron al Atlético, ganador en Salamanca en un día en el que perdió el Tenerife y empató el Betis. Todavía hay vida en el Manzanares.