Los juegos de la tercera edad

No pretendían batir ningún récord olímpico. No buscaban ningún trofeo. Tampoco pretendían emular a los grandes del atletismo mundial Marion Jones y Michael Johson. Sólo querían pasar un buen rato, reírse juntos y demostrar que a pesar de haber cumplido ya unos cuantos años todavían están activos, que son capaces de divertirse como niños en un parque.

Alrededor de 3.000 mayores se enfundaron ayer en un chándal y se calzaron unas zapatillas de deporte para participar en el VII Encuentro Deportivo Municipal Villa de Madrid. Estos juegos para la tercera edad fueron convocados por el Instituto Municipal de Deportes (IMD), en colaboración con el Movimiento Deportivo Popular Internacional y la Fundación del Corazón. La cita, que ayer se programó en el polideportivo del barrio de La Elipa, está considerada como la mayor concentración deportiva de España para mayores de 65 años. Son para estos deportistas sus particulares Juegos Olímpicos y ellos se lo toman tan en serio que se entrenan para mejorar sus marcas del año anterior como si de atletas profesionales se tratara.

El campo de béisbol de La Elipa se tiñó de una gran variedad de colores que agruparon a los veteranos deportistas en diferentes equipos. Tras el obligatorio calentamiento previo, los participantes comenzaron sus juegos con pruebas de puntería como los bolos, la rana y las anillas.

También hubo un apartado en la jornada para que los fisoterapeutas del Instituto Municipal de Deportes les enseñaran a practicar técnicas de relajación y masaje.

En las pruebas destinadas a mostrar la habilidad, los mayores moldearon vasijas de plastelina y crearon con sus manos lo que ellos denominaron 'pinturas rupestres', que dejaron plasmadas en una gran pancarta multicolor. Hubo también un tiempo para los juegos con pelotas gigantes y una sesión de aerobic. Este ejercicio fue uno de los más celebrados por los participantes. 'El aerobic me encanta. Es la prueba en la que mejor me lo paso', proclamó feliz Juan Sánchez Liébana, que reside en el barrio de Palomeras, y que ayer participó por cuarto año consecutivo en estos juegos de la tercera edad. Para María Teresa Sanz, también veterana en esta cita, lo importante es, 'sobre todo, que se junten todos los compañeros'.

Tras unas horas de intenso ejercicio llegó la hora del almuerzo, el momento en que todos intercambiaron sus anécdotas de la jornada. Y luego, cómo no, el tradicional baile.

La emoción de la jornada y el esfuerzo desarrollado por los 3.000 participantes en la competición estuvo en todo momento controlado por los especialistas de la Fundación Española del Corazón, que vigilaron la tensión arterial de los deportistas y les informaron de cómo controlar el colesterol y prevenir la hipertensión.