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La OCDE rebaja del 3,3% al 2% el crecimiento de los países ricos para este año

El organismo prevé que el PIB de España crezca un 2,9%, seis décimas menos que en noviembre

Tras las revisiones a la baja del FMI, ha sido ahora la OCDE la que reduce el crecimiento previsto para la economía. La fuerte reducción no empaña su confianza en la posibilidad de que la crisis sea de corta duración y en su último informe semestral, presentado ayer en París, estima en el 2,8% el crecimiento para el año próximo. Salvo en Japón, donde se observan problemas muy difíciles, la OCDE no descarta una mejora de la economía de EE UU a partir del segundo semestre del año, anticipa la baja del paro en la zona del euro y entiende que Europa está en buenas condiciones para resistir.

Los autores del informe valoran la rápida reacción de la Reserva Federal (banco central estadounidense) a los síntomas de frenazo de la economía de EE UU, que 'han sorprendido por su intensidad', provocando un neto deterioro de la confianza de las empresas y de los consumidores. El banco central estadounidense ha bajado los tipos en cuatro ocasiones desde enero, hasta el 4,5%.

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Bajada de tipos de interés

Los principales países europeos se resentirán, pero resistirán 'a menos que se produzca un choque inesperado'. La OCDE sólo espera un crecimiento del 2,6% en la zona euro para 2001 (frente al 3,1% inicial) y de 2,7% para 2002, hipótesis que anticipan una ligera bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE), que los mantiene en 4,75% desde octubre. En este aspecto insistió el economista jefe de la OCDE, Ignazio Visco, quien dejó claro que el BCE 'tiene margen para rebajar los tipos en la zona euro', aunque negó que esas previsiones deban interpretarse 'como un llamamiento' a la autoridad monetaria.

'La subida de la cotización del euro desde noviembre y el descenso de los precios del petróleo, junto con un entorno internacional menos eufórico, deberían limitar las presiones inflacionistas a corto plazo', argumentó el economista jefe de la OCDE, aludiendo, sin duda, al tema utilizado constantemente por la autoridad monetaria para mantener los tipos. La embajadora española ante la OCDE, Elena Pisonero, comentó que los efectos de esa decisión, si fuera adoptada por el BCE, se notarían en el ejercicio de 2002, ya que apenas queda tiempo para reactivar las carteras de pedidos en el actual.

En el caso de España, la orientación presupuestaria ha sido ligeramente restrictiva en 2000 y 'sin duda continuará siéndolo en 2001'. El informe recomienda continuar con la reforma del mercado laboral, calificando de 'tímida' la ya abordada. 'Recientemente, los contratos permanentes con costos de despido reducidos han sido acordados para nuevas categorías de trabajadores, y se han introducido ventajas de flexibilidad en los contratos a tiempo parcial; pero, por el contrario, las indemnizaciones de despido para los trabajadores temporales han sido incrementadas', describe el informe. 'Las reformas de los mercados de productos deberían proseguir, a fin de acelerar las ganancias de productividad, actualmente muy débiles'.

El PIB español creció un 4,1% en 2000, 'pese a una neta desaceleración de la demanda interna en el segundo semestre'. El frenazo ha retrasado el ritmo de creación de empleo, si bien la tasa de paro ha retrocedido casi dos puntos. La OCDE se muestra inquieta por la inflación (un 4% el año pasado) y, en cambio, ve posible alcanzar el objetivo de equilibrar el presupuesto, 'incluso si el crecimiento fuera significativamente más bajo que la proyección oficial', que era del 3,6% cuando se redactó este informe y que ha sido rebajada al 3,2% antes de que fuera publicado.

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