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Columna
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Esperanza

La gran escandalera mediática orquestada ante la aparición de una especie de buque fantasma cargado de niños-esclavos reales ha desaparecido de los informativos, y ahora apenas ocupa el espacio de una noticia curiosa, y debido a que el dueño del navío es un conocido futbolista. La infausta novedad ha sido engullida por otras, como ocurre en periodismo.

Pero la cruel realidad prosigue tozudamente. Con la misma terquedad, quienes lo saben y trabajan para mejorarla continúan con sus esfuerzos, salgan éstos o no a la luz pública. Intermón Oxfam, fundación para el Tercer Mundo a la que muchos apoyamos porque conocemos su seriedad, se propone celebrar en muchas ciudades españolas, durante el próximo fin de semana, una serie de actos que, bajo el enunciado Un día para la esperanza, pretenden avivar las conciencias sobre unas cuantas verdades que subsisten, con o sin barcos fantasmas.

A saber: unos 125 millones de criaturas del mundo están sin escolarizar, uno de cada cuatro adultos es analfabeto y las mujeres constituyen el 70% del colectivo que no sabe leer ni escribir. Con otros miembros de Oxfam International, Intermón trabaja desde hace dos años en la campaña Educación, ahora, cuyo principal objetivo es que todos los países asuman la educación básica universal antes del año 2015.

Al Gobierno español, que no ha movido un dedo, le piden que cumpla la proposición no de ley, aprobada por todos los grupos parlamentarios en el Congreso, que insta a destinar el 8% de la Ayuda Oficial al Desarrollo bilateral a la educación básica.

Hay más: se lucha contra el comercio de armas y por la prevención de conflictos, en los cuales el 90% de las víctimas son civiles, sobre todo mujeres, niños y niñas. Unos 300.000 menores son reclutados a la fuerza y obligados a combatir, despojados de sus derechos y de su infancia. Sabemos que el gasto militar mundial, en sólo cuatro días, sube a 8.000 millones de dólares: la misma cantidad, destinada durante 10 años a educación básica, acabaría con la falta de escolarización mundial.

Pueden telefonear al 902 330 331 para saber el lugar y las horas de celebración de Un día para la esperanza. Les esperan.

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