_
_
_
_
VISTO / OÍDO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Mr. Tito en el espacio

Sólo por muchísimo dinero iría al cohete que lleva a Mr. Tito a la nave espacial. Ha pagado 3.700 millones de pesetas para ser el primer turista del espacio: quizá porque ya no experimenta otras emociones. Vive solo en una casa de una colina que domina Los Ángeles y el Pacífico. Debe necesitar una vista más conmovedora, como es el espacio: a mí me impresiona poco en el cine, y los muñequitos a cámara lenta me parecen curiosos y divertidos. Su compañía de consultores de inversiones tiene 3.000 millones de dólares en propiedades, y lo que ha pagado por el capricho -si los sueños de una vida se pueden llamar caprichos- no le supone nada.

En torno a este extraño viajero hay toda clase de discusiones: son vacías. Su presencia tiene un valor de propaganda: demostrar que puede ir cualquiera en ese transporte. Un camino abierto hacia un gran turismo que irá bajando de precio, una demostración de que el espacio es de todos, y crearán ciudades espaciales. Al final podrán enviar a inmigrantes y deportar a rojos ateos. Parece que tengo algunas cosas en común. Sus hijos dicen que es 'librepensador'. Sus amigos, que es un poco infantil. Y que le gusta la música: se lleva al viaje algunos de sus discos. Yo prefiero un buen libro en casa, un buen programa, una película: y el teatro. Cada vez son más difíciles: el arte sufre bajo el látigo del pensamiento único y del miedo y la codicia de los creadores, y yo necesito cada vez algo mejor: no sé releer ni volver a ver: sólo la música gana al repetirse.

Más información
Paquetes turísticos en órbita

En mi piso de alquiler veo las montañas cubiertas de nieve, y la silueta de El Escorial, los árboles de la Casa de Campo y unas nubes de ocaso de cuadro de Velázquez. Como soy verdaderamente anciano me gusta ver lo nuestro: las plantas, los animales, los niños. Y sentarme a ver pasar las chicas, que es algo muy nuestro. Los casinos sacan a sus puertas unos sillones de mimbres para sus socios más antiguos: sólo se sientan para eso. Ellas lo saben, y cada vez acentúan más su condición de espectáculo.

Ya no hay feas. Ellas lo saben: el viejo mirón es un gran estímulo para la libertad en el vestir o no vestir. A veces dicen a sus compañeras: 'Mira el viejo verde, el tío asqueroso'. Las madrileñas... Pero están satisfechas: en la mirada de tantas dioptrías tienen la prueba de que sus sueños se cumplen al pasar por el espacio de la calle. Al andar culeando por la calle de Alcalá.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_