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Déficit sanitario y transferencias en Baleares

Nada hay más placentero y descansado que viajar por un país en el que, como en Italia, todo huele a perfume conocido sin llegar a ser un olor de familia

Las transferencias sanitarias son un asunto importante para el futuro de las Baleares. Recordemos que antes de las transferencias educativas, el presupuesto del Insalud en Baleares era prácticamente similar a todo el presupuesto del Gobierno autónomo. Por ello, unas transferencias sanitarias realizadas en precario pueden condicionar el futuro de Baleares. Hay varios factores que debieran tenerse en cuenta a la hora de valorar la cuantía de las transferencias sanitarias: déficit histórico, población atendida, proyectos en marcha e insularidad.

Es un hecho constatado que las inversiones del Insalud en las Baleares han sido inferiores a la media (inversión por beneficiario). Resulta fácil calcular este déficit durante, por ejemplo, los últimos 15 años. Es un periodo arbitrario, relativamente breve, que abarca administraciones diferentes. Este cálculo es elemental: si el beneficiario del Insalud ha recibido durante un año x pesetas y el de Baleares z, x -z multiplicado por la población de Baleares nos dará el déficit de este año. Al sumar los déficit anuales tendremos una cifra aproximada para el periodo estudiado. El cálculo sería mayor, evidentemente, si el periodo fuera de 20 o 25 años. Este déficit puede sumar varias decenas de miles de millones. Si queremos afinar un poco más, deberíamos corregir estos cálculos con la población realmente atendida (no sólo con la población de derecho censada). En algún momento se ha intentado justificar este déficit con el argumento de que somos una población rica. Recientemente se ha apuntado algo que muchos intuíamos: que la renta real de las islas Baleares (no la generada, sino la que repercute en las islas) es más modesta de lo que se ha dicho. Por otra parte, no veo ninguna razón por la que tengamos que renunciar a recuperar este déficit. Y si no se pone encima de la mesa durante la negociación de las transferencias se habrá perdido para siempre la posibilidad de su recuperación.

Es difícil hacer un cálculo exacto de la población que potencialmente puede usar el sistema sanitario en Baleares. Existe una población flotante de turistas que, de acuerdo con una estimación, supone un aumento medio de más de 100.000 personas mensuales. Una buena parte de los turistas enfermos procedentes de países europeos utilizan (y tienen perfecto derecho) el sistema sanitario público. Sí existen cifras sobre el gasto que generan los convenios internacionales en el funcionamiento de los hospitales del Insalud. En los últimos 10 años podemos acercarnos a la cifra de varios miles de millones de pesetas. Sólo en el hospital Son Dureta esta partida supone actualmente varios cientos de millones anuales. Conviene aclarar que ninguna peseta de las que dedicamos a atender a pacientes europeos es compensada, por lo que una parte de la partida que el Insalud dedica a la población de Baleares va a parar en realidad a población no residente (con lo que el déficit es mayor que el calculado en el párrafo anterior). También existe una población trabajadora, que no está censada y se desplaza a las Baleares durante el verano y es atendida por el sistema sanitario público. Asimismo, se tiene que contabilizar el gasto sanitario que supone el programa de vacaciones del Inserso, que desplaza a estas islas varias decenas de miles de pensionistas al año. Finalmente, conviene recordar que Baleares es una de las comunidades con un crecimiento de población más importante, y esta previsión de crecimiento tiene que tenerse en cuenta en el marco de las transferencias.

Entre los proyectos más importantes se encuentran: la puesta en funcionamiento del segundo hospital de Palma, el nuevo hospital de Menorca, la construcción del hospital de Inca y los proyectos de reforma del hospital Son Dureta y de Can Misses. Si no queremos iniciar las transferencias con déficit conviene que la construcción y puesta en funcionamiento de los nuevos hospitales (con personal incluido) esté previsto adecuadamente en el paquete de transferencias. El coste de la insularidad sobre el sistema sanitario debería también evaluarse, y corregir el monto final por el porcentaje correspondiente. Finalmente, alguien tendría que estudiar lo que costará a los ciudadanos de las islas la equiparación de los salarios del personal ya que el del Insalud cobra menos que los profesionales de otras administraciones (una estimación de hace unos años calculó en 3.000 millones de pesetas anuales este montante).

Pienso que, a grandes rasgos, los elementos expuestos requieren un análisis a fondo para abordar el proceso de las transferencias sanitarias en Baleares de manera objetiva y justa para nuestra comunidad.

Antoni Obrador es jefe del Servicio de Digestivo del hospital Son Dureta.

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