El conductor que casi cayó al socavón dice que las constructoras del metro intentaron comprar su silencio
El silencio de Carlos Boggiero, el conductor que estuvo a punto de ser engullido por el socavón de 70 metros cuadrados que se abrió el pasado día 24 en la M-30, tenía un precio, según las empresas que están construyendo el metro: el de un recién estrenado Mercedes 300 CE 24. Pero se equivocan. Boggiero lo único que quiere es que se haga justicia. 'Estuve a punto de matarme. Primero, me prometieron un coche nuevo si no hacía declaraciones. Al día siguiente, me dijeron que las cosas habían cambiado y que se habían politizado: que el alcalde decía que el terreno estaba mal y que la culpa no era de las obras del metro. Así que de lo prometido no había nada', explicó ayer.
El pasado día 24, Boggiero conducía su Mercedes por la M-30 cuando el asfalto se le abrió bajo las ruedas. El agujero se originó, según Ayuntamiento y Comunidad, tanto por el mal estado del terreno donde se asienta la M-30 -hay múltiples conducciones- como por el paso de la tuneladora que construye la prolongación de la línea 8 (Barajas-Mar de Cristal).
Con un fuerte acelerón, Boggiero consiguió no caer en el boquete, pero el coche quedó totalmente destrozado por el golpe. 'Me han dicho que es siniestro total porque tiene todos los bajos machacados, y, aunque lo tengo asegurado a todo riesgo, como tiene algunos años, me dan 34 pesetas', señala el conductor.
'Al día siguiente vino a mi oficina el responsable del Servicio de Afectados de la UTE [unión de empresas que hacen las obras]. Me dijo que si me estaba callado me darían un coche nuevo, ya que contaban con seguros y que no habría ningún problema. Me pareció bien', recuerda.
Y añade: 'Pero al día siguiente, esta misma persona me llamó y me dijo que de lo dicho no había ya nada de nada, porque el alcalde había reconocido que el boquete no había sido causado por las obras del metro. Y esto sí que no. Estoy indignado, porque ellos mismos habían reconocido a los periódicos que sabían que el terreno se estaba abriendo por las obras, ya que estaba muy reblandecido'.
Boggiero va a denunciar a la Comunidad, al Ayuntamiento, a las empresas constructoras de la la línea y al metropolitano madrileño por lo ocurrido. Este periódico no consiguió ayer la versión del responsable del servicio de afectados de la constructoras. La Consejería de Obras Públicas, por su parte, dudó de las palabras del conductor. 'Parece todo un poco increíble', señalaron sus portavoces.
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